Psicología del Poker - La Regresión Estadística
La regresión estadística hace referencia a la tendencia de cualquier serie matemática a salirse de la media. Esto simplemente quiere decir que los resultados de las mediciones extremas se presentan muy raramente y sólo tienen sentido lógico si se consideran como una media matemática. Esta media es lo que llamamos media estadística. El golf es un buen ejemplo de esto: si tengo un handicap diez, haré la media y tiraré un 82. Nunca debería tirar un 62 y, a no ser que esté loco o que juegue en el Augusta National, nunca se me ocurriría tirar un 102. Pero a veces, muchas veces, conseguimos un 90 y alguna vez, con suerte, también un 70.
Hace algunas semanas, les decía en un artículo: "La suerte no existe en el póquer". Mi teoría era, y sigue siendo, que el término "suerte" es un modo impreciso de describir las leyes matemáticas aplicadas al póquer o a cualquier otro juego que implique el azar. Muchos lectores y algunos compañeros del juego comentaron al respecto: "¡esto funciona sólo si juegas al póquer todos los días y vives 743 años!". Hay quien piensa que las malas rachas son la consecuencia del mito de la llamada "mala suerte" o de un generador de números al azar manipulado. Pero mantengo mi argumento: todo se debe a las matemáticas y se podrá observar una regresión estadística si se cuenta con las manos y el tiempo suficiente. No obstante, sé que los "fans" de la suerte querrán pruebas, así que he decidido hacerles una pequeña demostración semi-científica.
Aquí tenemos el escenario para nuestro experimento: un grupo de amigos míos estaban en la ciudad para pasar un fin de semana... ¡jugando al póquer, por supuesto! Tras la explicación inicial, compré unas bebidas, les dí unos cuadernillos de notas y les pedí que apuntaran en la columna de la izquierda cada vez que saliera un outer 2, 3 o 4 en el post-flop. Les dije que tomaran nota cada vez que esto ocurriera en sus mesas (tanto si salía como si no salía). Ahora bien, todo jugador de póquer sabe que, aunque normalmente los "suckouts" o victorias con un bajo porcentaje de probabilidades no ocurren, sí se dan con relativa frecuencia. Así que nos encontrábamos ante el problema de tener que estar atentos, para darnos cuenta cada vez que el "factor suerte" fallase y no ganase la mejor mano o la que debiera ganar según las estadísticas. También tuvimos que enfrentarnos a diferentes problemas matemáticos, como que el 3-outer se convirtiera en un 11-outer cuando en el turno apareciese un flush draw. Pero ya les dije que el experimento era semi-científico, ¿verdad?
Fue un fin de semana largo, los 7 jugadores del experimento participaron en 71 torneos en 5 días, cuatro de ellos eran muy cuidadosos en la toma de notas casi todo el tiempo; los otros dos eran buenos, aunque en ocasiones olvidaron apuntar cuando el "outer" no salió. Pero casi todos apuntaron cada vez que salía la carta (será porque el "¡OH!" colectivo en la mesa les ayudaba a recordar que tenían que apuntar los "suckouts"). Es mucho más difícil acordarse de apuntar que, por ejemplo, un 77 pierde ante un AA, ya que esto es lo que suele y debe ocurrir.
Desde que se consigue ver el flop y al menos las manos de dos jugadores, sumando un total de siete cartas, la probabilidad de que salga un 2-outer es de 2 entre 45; un 3-outer, 3 entre 45; y un 4-outer, 4 entre 45. Además, en el turno y una vez más en el río, tiene la posibilidad de ver un verdadero outer en el post-flop. También sabemos que no se apuntaron algunos de los momentos en los que las cartas milagrosas no aparecieron y la mejor mano del post-flop sencillamente bajó el bote. Así que volvimos a reunirnos después del torneo número 71 para establecer un "número mágico" que indicase cuál era la frecuencia con la que ocurrían los "suckouts" en el juego (FSO). Tras una discusión larga y tendida sobre las probabilidades, hicimos una evaluación de los números que habíamos anotado en nuestros cuadernillos. Pensamos, ¿cuántas veces se nos había pasado apuntar que el 4-outer no había salido en el río? Después de unas cuantas copas, llegamos a la conclusión de que nuestro número de FSO era el 9% con un margen de varianza hacia arriba o hacia abajo del 5%.
Nuestro número de FSO demuestra que, en nuestro experimento semi-científico, según la regresión estadística, la probabilidad de que los outers 2, 3 y 4 salieran en el río serían del 9% o, lo que es lo mismo, 1 de 11. De cada 11 manos, una de ellas sería potencialmente un outer 2, 3 o 4.
He aquí los resultados de nuestro experimento sobre la regresión estadística: de un total de 2.844 ocasiones de outers 2, 3 o 4; tuvieron lugar 275, lo que significa una frecuencia del 9,7%. Esto demuestra el principio científico de que "la suerte no existe en el póquer".