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Doyle Brunson cuenta sus andanzas y reflexiona sobre las WSOP®

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Roque Gutiérrez @RoqueGutierr
4 min de lectura
Doyle Brunson

Doyle Brunson acaba de publicar una nueva entrada en su blog, en la que hace un repaso a sus impresiones sobre las WSOP® 2012. Su intención era publicar una entrada semanal durante las series, pero Brunson alude al síndrome del folio en blanco o “tabula rasa”. No se puede estar a todo, sobre todo si juegas entre 10 y 14 horas todos los días, y hemos tenido que conformarnos con una única entrada a modo de recapitulación.

El artículo de Brunson, el Doylism del día, como él lo llama habla sobre sus problemas con las sillas motorizadas en las WSOP®, un inquietante incidente en el Bellagio, sobre su hijo Todd Brunson o sobre los jugadores más jóvenes y otros consagrados como Phil Hellmuth o Vanessa Selbst. Por cierto, si hay alguien interesado en grafología, en su blog están adjuntos los manuscritos originales.

Brunson ha participado en cuatro eventos en estas series, incluyendo el Main Event, en el que se registró en el último momento después de haber anunciado que este año no participaría. En los cuatro llegó a tener un stack profundo, pero en ninguno consiguió entrar en premios. Se lamenta porque ahora los torneos son demasiado largos y no se pueden conseguir resultados inmediatos. “Los torneos son para lo jóvenes, dice, pero a juzgar por las horas que él le dedica al poker (10-14 diarias) bien se le podría considerar un adolescente.

Lo que le ocurre con sus sillas motorizadas es un poco extraño. Brunson las utiliza desde hace algunos años a causa de un problema en una pierna y este año ha perdido su tercera Scooter. De hecho, las tres las ha perdido en las WSOP®. Iba conduciendo el coche a las dos de la mañana y tras girar a la izquierda escuchó un ruido extraño a su espalda. No pudo dar marcha atrás porque había mucho tráfico pero al llegar a casa comprobó que la Scooter ya no estaba. Algo falló en la sujección del elevador y se quedó por el camino. Es la segunda que pierde de la misma manera, la otra se la robaron porque se dejó las llaves puestas.

Sus aventuras con las sillas motorizadas no es lo único extraño que le ha ocurrido últimamente en Las Vegas. En el blog cuenta que estaba jugando una partida de cash en el Bellagio cuando vio entrar a un muchacho que aparentemente no era mayor de edad. El chico se dirigió a la mesa de Brunson y se quedó mirando las fichas y el dinero en efectivo. Poco después se volvió hacia la puerta, pero dio marcha atrás y de nuevo se quedó mirando el dinero. Esta vez también miró fijamente a Brunson. El chico se marchó, pero al salir, otros jugadores le escucharon decir: Voy a volver con una pistola y me voy a llevar todo ese dinero.

Llamaron a seguridad y se pararon las partidas, pero Brunson, que es de la vieja escuela y está curtido en mil batallas, le dijo al guardia de seguridad que si le dejaba ir hasta su coche a coger su pistola a él no le importaba seguir jugando. Por supuesto, le dijeron que no.

Sobre jugadores, alabó la actuación de Phil Hellmuth y la consecución de su 12.º brazalete. “Nadie juega más duro ni más eventos que Phil. Es evidente que se está convirtiendo en un gran jugador. El 12.º no fue en un evento Hóld'em, por lo que tal vez ahora consiga el reconocimiento que se merece.

Otra cosa que tiene clara es que “Vanessa Selbst no es sólo la mejor jugadora de poker del mundo, sino que es también uno de los mejores jugadores, sin distinción de géneros. No se pueden negar sus resultados en los últimos años y es la gran favorita a convertirse en la primera mujer que gana el Main Event”.

También tuvo unas buenas palabras para su hijo Todd, del que se siente “orgulloso”. Todd quedó segundo en un evento y ganó su seguno brazalete, que en opinión de Brunson “es el más importante y el más difícil de conseguir”.

Por último, se quejó de los quejicas, de todos “aquellos jugadores que creeen que son tan buenos que nunca van a perder” y que siempre encuentran una excusa: que si el crupier, las malas cartas, el resto de jugadores...Brunson cierra su artículo con una cita de Hyman Roth, el personaje de “El Padrino” y lo mismo vamos a hacer nosotros. De qué se quejan, Esta es la vida que hemos escogido.

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Roque Gutiérrez @RoqueGutierr

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