¿Arrincona la regulación a los torneos en vivo de nuestro país?
Parece que la respuesta no es otra que un SÍ rotundo. Los datos de todos los eventos del reciente European Poker Tour de Barcelona dejaron una reflexión en relación a la buena salud de los torneos/circuitos españoles de poker en vivo. Muchos fueron los que se pronunciaron a través de uno u otro medio sobre el más o menos halagüeño panorama de los torneos en nuestro país y las razones que habían llevado a Barcelona a alcanzar semejantes cifras finales.
La participación de todos y cada uno de los eventos que se celebraron en la cita catalana superaron con creces las expectativas de la organización y, aunque es cierto es que el número de jugadores extranjeros fue espectacular, igual de cierto es que es sin los jugadores españoles los datos definitivos nunca habrían alcanzado esas cotas. ¿Tiene salud el poker en vivo en nuestro país? ¿Podemos conseguir que los circuitos ofrezcan un field decente y unos premios acordes a la demanda de los jugadores? en definitiva, ¿podemos disfrutar de buenos torneos sin salir de nuestras fronteras?
Obviamente la regulación es el mayor de los handicaps, ese “caballero negro” que trae por la calle de la amargura a la mayoría de los jugadores regulares (y no tan regulares) de nuestro país y que, tarde o temprano, guste o no a los reguladores, tendrán que variar si no quieren terminar con las empresas, los jugadores y los aficionados. Puede haber muchas razones por las que nuestros circuitos no acaban de conseguir cifras espectaculares, pero lo que está claro es que en ninguno de los casos las características de los propios torneos tienen la culpa, como pudo pasar años atrás con algunos circuitos.
Analizando los eventos más representativos se podría decir que gozamos de buenos torneos y que las salas y organizadores están haciendo un arduo trabajo. Variedad en los buy-ins, estructuras excelentes, localizaciones espectaculares, casinos con renombre y calidad de sobra para organizar grandes eventos, parecen razones suficientes para que todo funcione, pero falta el colofón, conseguir que en cada una de sus paradas la participación no sea una desagradable incógnita.
Sin ir más lejos, este mismo fin de semana se celebran dos de los circuitos que más ruido han hecho en los últimos tiempos y que, a tenor de lo demostrado en sus etapas celebradas este año, han llegado al “corazoncito” de los jugadores. Vamos, que gustan mucho.
Por un lado está Liga Nacional de Poker o LÑP, como más le gusta llamar a sus adeptos, que arrancaba ayer en el Casino Gran Madrid con la celebración de dos satélites con entradas para el Evento Principal. Por delante un fin de semana largo con eventos para todos los bolsillos en los que podremos ver muchas caras conocidas.
- Jueves 4 Evento Principal día 1A 400€+40€ [Re-Entry]
- Jueves 4 Satélite LÑP 3 80€+10€ [Freezeout]
- Viernes 5 Evento Principal día 1B 400€+40€ [Re-Entry]
- Viernes 5 Paralelo Bounty 50€+50€+15€ [Bounty]
- Sábado 6 Evento Principal día 2
- Sábado 6 Paralelo 200€ Día 1 180€+20€ [Re-Entry]
- Domingo 7 Evento Principal Día 3
- Domingo 7 Paralelo 200€ día 2
- Domingo 7 Paralelo 100€ 90€+10€ [Freezeout]
Por otro lado están las efortuny Poker Series, el torneo estrella del Casino Mediterráneo, que ofrecen la posibilidad de disputar un torneo de una gran calidad y en el que los jugadores cuentan con el aliciente de saber que reúne a uno de los fields más extensos de los torneos mensuales españoles, pero en el que existe una gran fluctuación de jugadores dependiendo de la época del año en la que se celebre.
- Jueves 4 Main Event día 1A 370€+30€ [Re-Entry]
- Viernes 5 Main Event día 1B 370€+30€ [Re-Entry]
- Sábado 6 Main Event día 2
- Sábado 6 Freezeout Texas Hold’em No-Limit 50€
- Domingo 7 Main Event día 3
- Domingo 7 Super Rebuys 30€
Estos pueden ser dos de los torneos más destacados que se celebrarán durante este fin de semana a lo largo de toda la geografía española y junto a muchos otros pueden darnos una buena muestra del "producto" final que se ofrece a los jugadores, que al fin y al cabo son los que realmente deberían marcar el camino. La mayoría ofrecen un ambiente espectacular, la posibilidad de enfrentarse a algunos “players” de primer nivel nacional, retransmisiones tanto a través de seguimiento en directo como vía Live Streaming, precios especiales para alojamiento y muchos otros etcéteras que los hacen especialmente atractivos. Es cierto que unos llevan en marcha más tiempo que otros, pero eso es algo que también ayuda a estudiar la evolución en el tiempo.
Las salas no solo hacen un gran esfuerzo y gasto en la organización. Para muchas de ellas, me atrevería a decir que para todas, significa extraer liquidez de un "ecosistema" ya de por si maltrecho, ya sea en forma de entradas directas o paquetes para disputar el evento en cuestión. Ese es uno de los problemas que más coarta su margen de maniobra y a muchas les empuja a tener mucho recelo a la hora de organizar grandes citas.
Parece que la evolución ha llegado a los torneos, ahora son infinitamente mejores que hace un par de años. Pero es justo ahora cuando parece que los jugadores se ven obligados a no disputarlos, a hacer números cada vez que cobran un premio, a escapar de la mirada atenta de los medios cuando consiguen un buen resultado.
¿Se puede hacer algo por revertir esta situación? ¿Estamos a tiempo de salvar nuestros mejores torneos o cada día que pasa es más tarde? ¿Es la regulación la única que ahoga nuestros mejores eventos?
Puede que un simple cambio en el procedimiento a la hora de tributar (que por ejemplo las salas descontasen el % a declarar directamente del premio, sin obligar a los jugadores a enfrascarse en farragosos trámites) mudase mucho el panorama. ¿Se podría conseguir que esto crezca en vez de volver a niveles de antaño? La respuesta parece clara. Cambiando muy poco se podría conseguir mucho. Otra cosa es que nos dejen.