Filipe Oliveira ganó el Caribbean Poker Party $5.300 Main Event ($1.500.000)
Tres ciegas y un sueño.
Eso es todo lo que tenía Filipe Oliveira cuando quedaban solo seis jugadores en el Main Event de la partypoker Caribbean Poker Party 2018. El jugador portugués perdió unas serie de botes importantes antes de quedarse con pipas, y tenía toda la pinta de que se iba a llevar a casa "solo" 400.000$, muy lejos de los 1,5 millones que iba a recibir el campeón.
Sin embargo, las cosas pueden cambiar muy rápido en un torneo de póker.
Unas tres horas después, levantaba el trofeo y ese primer premio tras dominar el heads-up contra Craig Mason, su último rival de un field que contó con 1.815 entradas. Con solo 140.000$ en ganancias hasta la fecha, él es ahora millonario.
Resultados oficiales de mesa final del Main Event de las partypoker Caribbean Poker Party 2018
Posición | Jugador | País | Premio |
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1 | Filipe Oliveira | Portugal | $1,500,000 |
2 | Craig Mason | United States | $1,200,000 |
3 | Marc MacDonnell | Ireland | $1,000,000 |
4 | Pascal Hartmann | Germany | $800,000 |
5 | Konstantin Maslak | Russia | $600,000 |
6 | Diogo Veiga | Portugal | $400,000 |
7 | Alex Turyansky | United States | $300,000 |
8 | Joe Kuether | United States | $218,500 |
Solo 11 jugadores alcanzaron la última jornada con esperanzas de conseguir la victoria en este torneo. Aquellos que se perdieron la mesa final de ocho jugadores fueron Niek van der Sluijs (11.º, 85.000$), Anton Wigg (10.º, 110.000$), y Alex Lynskey (9.º, 155.000$).
"Eso es todo. Tuve mucha suerte."
La salida de Lynskey permitió que el profesional americano Joe Kuether se colase en la mesa final con una pila ínfima tras haber perdido un montón de puntos cuando se dieces se toparon con las jotas de Mason cuando quedaban nueve jugadores. Terminaría siendo octavo tras chocar con el alemán Pascal Hartmann, que sin duda contaba con el mejor rail de todos los supervivientes. Alex Turyansky se convirtió poco después en el séptimo clasificado.
Mientras tanto, Oliveira, perdía una serie de botes importantes que le hacían bajar hasta los 35 millones con ciegas 5 millones/10 millones con ante de 10 millones. Eso le obligó a moverse all in con rey-seis offsuit en una mano en la que le pagaron dos jugadores, uno de ellos dominándolo con rey-jota. Un seis apareció en el flop, y eso le metía de nuevo en la pelea. Después de eso volvió a doblarse, concretamente con rey-dama contra el as-diez del líder al inicio del día Konstantin Maslak.
"Tuve mucha suerte", comentaba cuando era preguntado por esa remontada. "Eso es todo. Tuve mucha suerte".
El compatriota de Oliveira, ganador de un brazalete en 2018, Diogo Veiga, fue el siguiente en caer eliminado, y lo hizo justo cuando Mason ascendía al liderato. Él mismo ganó un flip contra Veiga antes de abrir una mano con jotas. Hasta ese momento, Hartmann había estado presionando con movimientos agresivos que ponían a sus rivales en muchos aprietos, y volvió a hacerlo moviéndose all in con as-seis suited ante el raise de Mason. Sin embargo, esta vez Mason no estaba dispuesto a tirar sus jotas, y las comunes le permitían hacerse con un bote de más de 400 millones, lo que iba a cambiar la dinámica del torneo por completo.
Después de que Maslak cayese en quinta posición, Hartmann se tendría que conformar con la cuarta plaza tras shovear 23 ciegas en el botón con rey-jota y no lograr superar a los nueves de Oliveira. De repente, el luso dominaba el three-handed tras haber estado casi fuera del torneo no mucho antes.
Los tres supervivientes (Oliveira, Mason y Marc MacDonnell) decidieron entonces pausar el torneo para discutir un pacto. Sin embargo, no encontraron razones para llegar a un acuerdo, y optaron por seguir jugando.
MacDonnell trató de hacer un hero call épico con jota alta y blockers de color, pero Mason si tenía color a la jota, lo que convertía el pro irlandés en short-stack. Poco después, caía en tercera posición, aunque con el mayor premio de su carrera como jugadores (1 millón de dólares).
Los stacks estaban bastante igualados cuando llegó el heads-up, y así se mantuvieron durante un tiempo, aunque un bote algo curioso alteró el normal desarrollo desequilibrando la balanza en favor de Oliveira. El luso hizo una three-bet preflop con cuatro-dos suited y flopeaba bottom pair en un board que traía un as. Mason pagaba una apuesta pequeña en el flop con rey-alto, pero sorprendentemente decidía tirarse tras aparecer un rey en el turn tras hacer el portugués una apuesta bastante grande.
Oliveira siguió apretando y logró confirmar su victoria solo una hora después. Las fichas fueron llegando a su stack hasta que llegó la última mano del torneo. Tras haber intentado farolear un bote con rey-dos y tener que tirarse en el river, Mason abría rey-nueve offsuite y pagaba cuando el luso le le hacía una three-bet a 120 millones con as-nueve.
El flop fue 9♣Q♦2♠ y Oliveira apostaba 60 millones. Mason se movía all in por 299 millones y el portugués pagaba. El turn era una J♦ que daba algunos outs extra a Mason, que vio aparecer un 4♥ en el river que le dejaba sin opciones de victoria.