Un periodista hackea un barajador automático y lo usa para ganar en una partida de póker
¿Pueden hackearse los barajadores automáticos para hacer trampas en el póker? Un periodista puso a prueba esa pregunta en un nuevo vídeo que explora las vulnerabilidades de máquinas como la Deckmate 2, utilizadas en casinos y salas de póker de todo el mundo.
El vídeo, titulado "Hice trampas en el póker hackeando un barajador del casino", superó las 100.000 visualizaciones en menos de 24 horas. En él, el redactor de WIRED, Andy Greenberg, habla con el consultor de seguridad y experto en hacking Joseph Tartaro y con el jugador profesional de póker Doug Polk, antes de manipular una máquina de barajar y ponerla a prueba en una partida real.
Hackeo y señales en la máquina
Tartaro ha dedicado años a investigar cómo los barajadores automáticos podrían usarse para hacer trampas en juegos como el póker. En el vídeo, muestra a Greenberg cómo el puerto USB situado en la parte trasera de estas máquinas las vuelve vulnerables. Luego lo demuestra conectando un dispositivo capaz de leer el orden de las cartas.
"Este dispositivo tiene un módulo Bluetooth y se conectará de forma inalámbrica a este teléfono", explica Tartaro en el vídeo. "Cada vez que se mezcla una baraja, la cámara (de la máquina) obtiene el orden exacto y me lo envía".
Con una máquina hackeada lista para la prueba, Greenberg organizó una partida privada de póker con Tartaro y dos jugadores que no sospechaban nada. Tartaro, que tenía acceso a la información de la máquina en su teléfono, le indicaba a Greenberg si debía foldear, pagar o subir dependiendo de cuántas fichas tuviese en su mano.
Como resultado, Greenberg fue capaz de jugar perfectamente y ganó con facilidad el sit & go, a pesar de no ser un jugador experimentado.
¿Deberían preocuparse los jugadores?
Hackear los barajadores automáticos es uno de los muchos métodos modernos que han surgido con los avances tecnológicos. En octubre de 2024, la psicóloga Maria Konnikova contó a PokerNews la existencia de nano cámaras que pueden convertir a los protectores de cartas, los dispositivos electrónicos y las gafas de sol en posibles herramientas para hacer trampas en las mesas.
Aunque los barajadores automáticos son habituales en las salas de póker, Doug Polk, copropietario de The Lodge en Texas (EE.UU.), aseguró que el riesgo de trampas es mucho mayor en partidas privadas y no reguladas que en los casinos.
"No deberías tener demasiado miedo de la Deckmate 2 en un casino", explicó el creador de contenido. "Los casinos tienen contratos y técnicos que se encargan de solucionar cualquier cosa. El problema surge cuando alguien consigue una Deckmate 2 en el mercado negro o de segunda mano: ya no está mantenida por la empresa. Básicamente, algún tipo la repara en un garaje y después, la usa en una partida".
"He oído montones de historias de este tipo en donde la gente usa estas máquinas para robar dinero a los jugadores, siempre que no sea dentro de un casino".
Un portavoz de Light and Wonder, la empresa que fabrica la Deckmate 2, declaró a WIRED que ya han solucionado los fallos de seguridad y "actualizado el firmware de todas nuestras máquinas Deckmate en todo el mundo sin coste alguno para nuestros clientes". Aun así, Tartaro afirma que las máquinas siguen representando un alto riesgo de ser hackeadas.




