No tenía uno de los mejores rivales para meter presión, pero eso le importó poco a Javier Rodríguez, que se acaba de llevar un bote medio que le permite seguir con un stack cercano a las 40 ciegas.

Rodríguez llegaba a un flop y ahí veía como Gustabo Martín, que le había pagado en la ciega, salía liderando la acción con una apuesta de 13.000 puntos en un bote que no superaba los 11.000. A Rodríguez no le debió gustar mucho ese movimiento, porque acto seguido se movía all in por 65.700 puntos. Martin se ponía a pensar.

Esa decisión podía costarle el torneo y, exactamente por eso, unos tres minutos después decidía rendir su mano para dejar a Rodríguez que se hiciese con el bote.