Podría ser el título de una comedia romántica, pero no es más que la pura y cruda realidad.

Thomas Beraud se restaba con y un stack bastante mermado y encontraba un cliente en la figura de Samuel Hernández, que le baja . El problema es que el board traía una en el flop y Hernández se veía obligado a pagar los más de 20.000 puntos que había puesto en juego su rival.