Poca acción al principio del segundo nivel, con muy pocas manos en las mesas.
Una mano curiosa que vio un flop, sin embargo fue una guerra de ciegas entre Rodrigo Caprioli (ciega pequeña) y Martin Gudvangen (grande). Vieron
en el flop, y Caprioli pasa. Gudvangen apuesta una cantidad experimental 41.000, pero ahora Caprioli lo sube a 130.000. De vuelta a Gudvangen, que lo pensaba brevemente antes de hacer reraise a 310.000. Caprioli se tira y el bote era suyo.