Un jugador apostó 650 , y Humberto Brenes fue desde el botón. EL flop fue , y ambos pasaron. El turn fue , el otro jugador apostó 700 y Brenes fue. Un apareció en el river y el otro jugador apostó 1,500. Brenes sonrió y sostuvo su tiburón. Voy, y Brenes mostró J-9 para dos parejas. Su rival mostró K-10 antes de lanzar sus cartas. Eso prueba que el tiburón de Humberto puede oler un bluff a un kilómetro (o al menos al otro lado de la mesa).