Se supone que Phil Hellmuth debía llegar en un coche de carreras Ultimate Bet. Pero como lo chocó en el parking ayer por la tarde, Hellmuth llegó en una limusina llevando un uniforme de carreras y cargando un casco. Once mujeres (una por cada brazalete conquistado) lo saludaron y lo escoltaron a desde el parking hasta el centro de convenciones y de ahí a la Sala Amazonas. Un montón de medios y aficionados lo pararon en el pasillo como si fuera la reencarnación de Los Beatles. Hellmuth posó para las fotos y firmó autógrafos mientras el personal de ESPN capturaba todos sus movimientos.
Finalmente entró en la Sala Amazonas, dos horas tarde y con once chicas detrás de él. Tomó su asiento. Sus compañeros de mesa bromearon sobre el hecho de que debería llevar el casco para no tener que esconder su cara durante el juego.
Phil Hellmuth ha llegado al evento principal. Comienza su búsqueda del brazalete número 12 y su segundo Campeonato del Mundo.