Estrategia de Stud Póquer – Pelearse con su propia información
Por las noches y fines de semana soy jugadora de póquer, escritora y directora de torneos de póquer benéfico. Pero por el día soy representante del sindicato, organizadora y preparadora de profesores. Como tal, asisto con frecuencia a cursos de formación dirigidos a la enseñanza de técnicas dinámicas e interpersonales para grupos. En una de las últimas sesiones de formación, aprendí una lección de incalculable valor que puede aplicarse al stud póquer. Ahora quisiera compartirla con ustedes.
Todo el mundo, incluido usted mismo, recurre a una serie de nociones preconcebidas para afrontar cada situación. Estas nociones son la información que hemos adquirido individualmente y que creemos que es la acertada en relación a un asunto determinado. Como líderes, organizadores o profesores, es imprescindible que nos demos cuenta de lo que realmente significan esas nociones preconcebidas y que ayudemos a los demás a ir más allá de estas ideas, proporcionarles los medios necesarios para reunir información objetiva con la que analizar una situación. Debemos apartarnos de nuestras propias nociones preconcebidas.
Aquí tenemos un ejemplo. Cuando era estudiante, me elogiaban por mi perspicacia. Durante mis años en el instituto y en la universidad, se me ocurrían respuestas brillantes, burlas y dichos ingeniosos, sobre todo si se trataba de criticar a los demás. La gente que me rodeaba lo consideraba gracioso y se lo tomaba bien. Me conocían y prestaban atención por ello.
Mi "información" era que estos comentarios eran algo bueno. Si alguien los hacía sobre mí, también me lo tomaba con humor. Me hacían gracia y creía que a los demás les gustaba también.
Conforme fui creciendo, me encontré con más de un ceño fruncido en desaprobación. Y más frecuentemente aún me dijeron que mis críticas humorísticas no eran divertidas. Sin embargo yo persistía convencida, según la información que había reunido durante los años, de que aquellos críticos estaban equivocados. Sentimientos heridos aparte, mis experiencias no entendían el por qué de estas reacciones.
Tuve que reflexionar muy seriamente sobre cuáles eran mis motivos para hacer este tipo de comentarios, después de que un grupo de amigos me explicara cómo había hecho daño a la gente con mi comportamiento. Dándome cuenta, tras mis experiencias recientes, de que mi comportamiento era insoportable e incorrecto, me propuse a mí misma un cambio.
Ahora vamos a aplicarlo al stud, y por extensión a todas las formas de póquer
He aprendido a ganar en el stud. En los últimos diez años he ganado decenas por no decir cientos de miles de dólares con este juego. Me he convertido en una jugadora sólida. Lo que significa un gran logro, teniendo en cuenta que en realidad sólo lo practico como un hobby en mi tiempo libre. Lo había comprobado durante las miles de horas jugando stud en las mesas y online, mi información era irrefutable. Tengo las notas de mis sesiones como respaldo.
Así pues, cada vez que perdía en las sesiones online de stud de 5/10$ y 10/20$ durante los dos últimos años, lo atribuía a un pequeño cambio de mi suerte. El juego online no es algo que me tome muy en serio. Lo considero más una breve distracción para mis ratos libres entre mi jornada laboral y mi trabajo de escritora, o antes de salir a una sesión de póquer en una partida en casa o en un casino. Ya ni siquiera guardo las partidas. ¿Cómo las voy a guardar si en una sesión de 15 minutos no dejo de pasarme de una partida a otra?
Sabía que era una ganadora en el juego online. La primera vez que jugué sí que guardé mi partida. Fue hace unos años, cuando entré a PayPal para realizar desde allí todas mis transacciones. No necesitaba guardar cada sesión. Me registré en cuatro portales diferentes. Deposité unos 200 dólares en cada uno y gané más de 5.000 en pocos meses. Repetí en varias ocasiones, hasta que PayPal dejó de hacer transacciones de póquer por Internet (supongo que éste fue el iniciador de una nueva moda).
También sabía que era una buena jugadora de stud póquer en juegos en vivo, tanto en casinos como en partidas en casa. Cualquier pérdida era a corto plazo, temporal e insignificante. Esa era mi información.
Me llevó mucho más tiempo del que de debiera darme cuenta de la información actual y objetiva, que difería mucho de mi noción preconcebida sobre mí misma como una ganadora. Renové mi estilo de juego, mi cuenta, y mi historial de juego en los portales de Internet. Aunque fue difícil para mí aceptar este cambio psicológicamente, llegué a la conclusión de que, por la razón que fuera, no ganaba sino que perdía cada vez que jugaba online en partidas por encima de los 2/4$. Era una PERDEDORA en las sesiones de stud online de 5/10$ y 10/20$.
No nos gusta "pelearnos" con nuestra propia información, aunque sea anticuada, basada en experiencias que pueden o no ser relevantes para nuestra situación actual. Si hemos ganado, especialmente si lo hemos estado haciendo durante un largo periodo de tiempo, es difícil pararnos a revisar nuestros resultados y llegar a la conclusión de que ahora estamos perdiendo. A la gente no le gusta llevar la contraria a esas creencias que han mantenido por tanto tiempo sobre el mundo y sobre ellos mismos. Pero tenemos que hacerlo.