Opinión: Apuestas Online, Todavía no viene el lobo
La declaración ayer por parte del grupo Neteller sobre la suspensión de sus servicios de procesamientos financieros para comercios de apuestas online ha significado una alteración de la cadena alimenticia de los juegos virtuales. Es posible que otras compañías de depósitos se comporten del mismo modo, como ya ha hecho Citadel, ante el riesgo de tener que enfrentarse con posibles cargos judiciales por parte de un impetuoso departamento de justicia estadounidense. Mientras que un ambiente turbio continúa envolviendo a la comunidad del póquer online durante esta semana, esto parece la segunda parte del cuento de "Pedro y el lobo".
En primer lugar, aunque motivados por la UIGEA, los cargos imputados a los ex directores de Neteller no procedían de esta Ley de Ilegalidad de Apuestas en Internet. Éste ha sido un caso clásico de aplicación de la Ley de Comunicaciones por Cable de 1961 (Wire Act), que hasta el momento prohibía el uso del teléfono sólo en el ámbito de las apuestas deportivas.
Desde 1998, cuando Janet Reno emitió los primeros cargos conforme a la Wire Act y en contra de seis operaciones de apuestas deportivas en casinos online con sede en paraísos fiscales (dos de las cuales efectuaban sus apuestas por Internet), la Wire Act ha encontrado en Internet un medio ideal para entablar sus acciones legales.
Permítame decir que, si vd. es el ejecutivo de un portal virtual para apuestas deportivas, con sede en los paraísos fiscales, estará temiendo que "venga el lobo". Pero el lobo lleva acercándose desde 1998. Y si se encarga de operaciones de depósitos online, que transfieren dinero relacionado con dichas apuestas deportivas, yo que usted no me iría de vacaciones a los Estados Unidos en un buen tiempo.
Pero si actualmente ha puesto en marcha una empresa privada de financiación online, con sede en un paraíso fiscal; y no ha autorizado ninguna transferencia para operaciones de apuestas deportivas, es muy poco probable que las autoridades estadounidenses vengan a su puerta. Del mismo modo, si se encarga de operaciones de apuestas online desde paraísos fiscales pero no ha ofrecido apuestas deportivas, no corre el peligro de encontrarse con futuros procesos judiciales. Es evidente que aún hay que negociar los cambios en el panorama legal, pero el "cuento del lobo" podría dar paso, en el terreno federal, a una nueva ley o a una interpretación totalmente distinta de la actual Wire Act. Esta posibilidad podría hacerse realidad; y sería una gran motivación y un impulso para el Congreso y los tribunales a la hora de dar un paso más en este terreno.
Es más que casualidad que el arresto de Reno por organizar apuestas deportivas online ocurriera justo una semana antes del comienzo de la liga de baloncesto NCAA americana. Y tampoco es mera casualidad que en el caso emprendido contra los ex directores de Neteller, se presentara como prueba principal la transferencia de dinero por apuestas en la liga NFL de fútbol americano. Tal como se ha mencionado anteriormente, la Wire Act se ha aplicado con éxitos a las apuestas deportivas. Pero no sería de extrañar que tanto la NCAA como la NFL hayan ejercido una fuerte presión desde hace tiempo para acabar con las apuestas deportivas online, creyendo que el hecho de que una gran cantidad de dinero dependiese de los resultados del juego sería propicio para un escándalo por trampas. Y no es ningún secreto que el todo el interés de la NFL por presionar estaba detrás de la introducción del senador Frist en el episodio de la UIGEA:
A menudo, me dicen que el póquer es un gran deporte. Ha crecido en popularidad y es altamente atractivo. Pero el póquer online se convierte en un mero jugador virtual ante el peso de la NFL y la presión ejercida por ésta. Tenemos que continuar alerta y apartar los intereses de los jugadores individuales de los intereses de la industria colectiva. La nueva ley podría ser promulgada. Y el poder de la Wire Act podría seguir en expansión. Y mientras la Alianza de Jugadores de Póquer parece ser un grupo sólido, su lista de nombres y su atractiva retórica es un muro de defensa bastante débil, sin apoyo ni ofensiva.
Tenemos que levantarnos y mirar hacia delante. Podemos predicar nuestra idea sobre la destreza-azar todos los días, pero a largo plazo lo que necesitamos es dar forma a la UIGEA por el bien del deporte. Nos hará falta mucha influencia (económica y de presión) y trabajar muy duro para llegar a nuestro objetivo. El primer paso es una industria unificada que pueda demostrar que está dispuesta y es capaz de autorregularse y que cumple a su vez con las regulaciones de Estados Unidos. Debemos mostrar un deseo de cumplir con los impuestos, porque es difícil pedir a alguien que siempre haya respetado al Congreso, que se involucre con una empresa que no pague los impuestos estatales. Pero sobre todo, la industria tiene que reconocer que éste es su problema, su responsabilidad, y que buscará un plan de acción unificado.
Por culpa de un malentendido, el lobo se comió a los amigos de Pedro, que siempre lo habían creído y habían intentado ayudarlo. La moraleja de la historia y la nuestra: que no cunda el pánico, debemos buscar un plan de acción ante un riesgo real, no imaginario.