Psicología del Poker - Adicción al poker: ¿qué es Exactamente?
{Nota del Editor: Para leer la introducción de esta serie de artículos, vea Problemas con el Póquer: Parte I: Una Introducción
Entonces aparece la pregunta: ¿Los problemas con el póquer son sinónimo de problemas con las apuestas? ¿No tienen todos los jugadores múltiples problemas? ¿No están apostando en deportes, jugando blackjack además de póquer?
En muchos casos es verdad que sí. Sin embargo, ¿podríamos decir que alguien que tiene problemas con el alcohol tiene la misma adicción que alguien que come compulsivamente?
O más directo todavía, ¿es el abuso del alcohol el mismo si es "solo los fines de semana si se tiene un trabajo y familia" comparado con un "sin techo que bebe en la calle"?
Merece la pena fijarse en los detalles que rodean cualquier adicción cuando tenemos el objetivo de curarlas o prevenirlas. Así que analicemos las apuestas y el póquer problemáticos, y veamos las diferencias y similitudes.
El componente principal que diferencia al póquer de otras formas de apuesta, es que no se juega contra la casa, sino contra otros jugadores. En un casino, una sala en Internet, la "casa" cobra una cantidad por llevar la partida, pero la competición se limita a los jugadores en la mesa. Es este factor calve en el póquer que diferencia al póquer y sus posibles problemas de los de las apuestas en general.
Los problemas con las puestas es un comportamiento que causa problemas en varios aspectos de la vida: psicológico, físico, social o vocacional. El término "juego problemático" incluye, pero no se limita a, la condición conocida como juego "patológico", o "compulsivo", una adicción progresiva que se caracteriza por una creciente ocupación en el juego, la necesidad de obtener dinero para apostarlo más a menudo, nerviosismo, irritabilidad cuando se intenta parar, y pérdida de control manifestado por la continuación del comportamiento a pesar de sus crecientes consecuencias negativas serias. [Definiciones de la American Psychological Association.]
El póquer en directo es diferente. Otros jugadores (otras personas) son testigos de sus pérdidas; no sólo se pierde lo jugado. Perder de manera continuada en la mesa de póquer requiere tomar malas decisiones en público una vez tras otra. El póquer tiene una cara muy pública, por eso muchos jugadores con problemas de póquer tienen sus mayores pérdidas en Internet.
Internet ha traído el juego problemático a nuestras casas y oficinas, y lo ha hecho pasar desapercibido. Pulsar un botón es más fácil y es anónimo, pudiendo jugar una persona de 10 a 20 partidas de manera simultanea. Los problemas con el póquer casi nunca se ven como un fenómeno aislado por ser un juego plagado de acción y adrenalina; suele haber otros aspectos de las apuestas, como la apuestas deportivas y otros juegos.
Muchos expertos que el juego patológico es una adicción por la adrenalina en ganar y perder dinero. En un torneo hasta los mejores jugadores pierden un 95% del tiempo. Pero además, el póquer ahora no sólo se trata de dinero, está la fama gracias a los eventos televisados. El comportamiento de la adicción necesita un objetivo y un enfoque. La fortuna y la fama son un gran objetivo.
La semana que viene veremos las características únicas del póquer problemático.