Trallero Reiser: Seminario de póquer. El Tilt (parte II)
Seguimos esta semana con nuestro seminario de poker, y lo vamos a rematar explicando cómo enemistarnos con los croupiers y cómo salir a flote con los directores de torneo. Para finalizar, os daré unas sencillas técnicas para dificultar vuestra vida al máximo y así curtir vuestra paciencia:
Grupo II: croupiers
Estamos con un grupo complicado. Entrenados, disciplinados, con gran poder de concentración, y lo peor de todo, seguro que se han encontrado a elementos mucho más impresentables que nosotros. No dan tanto de sí como los jugadores, pero con un poco de suerte, es posible que tengan un mal día y acaben cayendo ante nuestras provocaciones.
Técnicas Psicológicas
Técnica del cubata: pídale un cubata de ron con cola cada 10 minutos. Cuando le mire extrañado, ría a carcajada suelta y diga que le ha confundido con un camarero. Aumente la frecuencia inquisitoria a medida que vea que se va alterando. Cuando los pedidos lleguen a una frecuencia de 5 minutos, empiece a pedir tapas, aproveche cuando se descarte para gritar a voces:
-¡Camarero, una de bravas!
Si el resto de jugadores le mira en ese momento, recomiende las gambas y los chocos. Increpe al croupier cada poco tiempo reclamando su cubata y su tapa. Factor de pigmentación, 40%.
Técnica de la memoria regresiva: mire fijamente al croupier durante varios minutos, y asevere en voz alta:
-Yo a tí te conozco, tú eras trilero en Las Ramblas.
Insista en que lo conoce, póngale un apodo, y diríjase a él usándolo: como recursos que no fallan, puede usar "el dedos", "el guantes", "el manguis" o cualquiera que le pueda ayudar a minar su credibilidad. Cuando insista en que no lo conoce, utilice argumentos contundentes:
-Pero "dedos", si yo te conozco desde que eras así (ponga la mano en horizontal a un metro del suelo para dar más credibilidad). Las carreras que nos dábamos cuando venía la urbana y gritaba "¡¡¡Agua!!!", cuentalo, cuentalo...
Póngase cada vez más pesado. Márquese un farol y dele las gracias por los ases, y a continuación haga un all in. Recuerde que tan importante es que se cabree el croupier con usted como que el resto de jugadores la tome con el croupier y dude de su honestidad. Factor de pigmentación, del 60% al 75%.
Técnica del conteo: es una técnica sencilla y que funciona a las mil maravillas. Siempre que un jugador se ponga all in, sea su turno, y no tenga pensado ver, pídale al croupier que le haga un conteo de fichas. Cuando le diga el total, pídale amablemente que vuelva a contar, porque cree que se ha equivocado. Seguidamente haga fold, como tenía pensado desde un principio. Cuando haya ejecutado esta técnica 7 u 8 veces, probablemente el croupier tenga la presión sanguínea por las nubes. Factor de pigmentación, del 85%.
Técnicas físicas
Realmente este es un terreno peliagudo. Podemos meternos en un buen lío si aplicamos las técnicas de jugador en un croupier, pero podemos jugar en el filo de la navaja para provocarles picos de angustia y ansiedad que minen su rendimiento. Aplicaremos sólo una, y con cautela.
Técnica del berberecho: sólo puede aplicarla en momentos claves puesto que disponemos de recursos limitados y la generación orgánica sólo se ve acelerada en procesos gripales. Procure devolver las cartas o algunas fichas que vaya a tocar el croupier con un regalito en forma de mucosidad. Cuando le mire, grite sorprendido que el croupier es un marrano. Exija un cambio de baraja. Procure que el resto de jugadores se alíe contra él. Factor de pigmentación, 70%.
Técnica del berberecho aplicada a jugadores: deje su particular berberecho en la ficha de button, y disfrute en silencio del factor sorpresa que se avecina en la siguiente vuelta. Algún despistado pondrá las zarpas en el pastel. Factor de pigmentación, 85%.
Grupo III: directores de torneo
Estos son los huesos más duros de roer, y sólo hay una técnica válida, y es un cartucho a quemar: la técnica del Oscar. Una vez que los jugadores y los croupiers, hartos de sus triquiñuelas, requieran la presencia del director de torneo, amigo, ya poco te salva de una penalización, excepto una interpretación digna de un Oscar de la academia. Niegue todo, métase los dedos en los ojos para que se le enrojezcan y lloren, y desde su silla, cuando el director del torneo se ponga al lado, lance una mirada tierna y triste, como la de El Gato con Botas en Shrek. Dígale que es incapaz de matar una mosca y que el resto de los jugadores le tienen manía. Con suerte, y si ha practicado de antemano, la actuación resultará convincente, el director le dará la razón y sancionará al resto de jugadores de la mesa. Si ha salido victorioso de la contienda, no olvide dedicar un cariñoso saludo con el dedo corazón a sus rivales en cuanto se gire el director de torneo. Factor de pigmentación, 100%.
Anexo - El tilt en el día a día
Algo que nos puede ayudar a combatir el tilt es estar acostumbrados a él. Para ello, lo mejor que podemos hacer es fomentarlo en nuestra vida diaria, de manera que el hecho que nos provoquen se convierta en algo tan inocuo y natural como respirar. Aquí van algunos consejos:
-A la hora de escoger amigos, relaciónese con gente que le caiga mal, y a ser posible, que le saque de sus casillas.
-Escuche música que no le guste. Procure hacerlo en loop.
-Si tiene un trabajo convencional aparte del poker, procure que no le guste.
-Si alguien con autoridad sobre usted le advierte que no haga algo, hágalo inmediatamente, busque el conflicto porque sí.
-Múdese a un vecindario ruidoso, de manera que le sea imposible conciliar el sueño.
-Procure abusar del picante y las bebidas gaseosas de manera que se dificulte su digestión.
-No use los intermitentes en su vehículo, sea coche o moto. La culpa siempre es de los demás, que no saben anticiparse a sus movimientos.
-Use la información confidencial a las primeras de cambio para provocar el caos en su entorno laboral, familiar o de amistades. Procure que se enteren de que el chivato fue usted.
Por supuesto puede usar cosas de su propia cosecha. Sea constante, imagine que ahora mismo es usted un Rocky Balboa entrenando para el combate de su vida, y su objetivo es que cuando alguien busque Tilt en el diccionario, salga una foto suya.
Suerte en las mesas, pequeños saltamontes, y hasta el próximo seminario.