El miedo a la adicción podría hacer desaparecer a los operadores extranjeros online en Reino Unido.
El gobierno británico se está haciendo cargo de la creciente adicción al juego y una de las posibles consecuencias podría ser la expulsión de Reino Unido de cientos de operadores extranjeros.
Las principales prohibiciones que Jeremy Hunt, el secretario de cultura, está sopesando son el uso de tarjetas de crédito en websites de juego, para tratar de evitar que los usuarios no utilicen el dinero que no tienen y también, el acceso a la cantidad de anuncios de compañias de juego extranjeras que están entrando en el Reino Unido.
Según fuentes del Daily Mail los ministros están preocupados por la explosión de anuncios de compañias de juego en internet desde que el partido laborista suavizó las leyes al respecto. Los mayores afectados son los niños, ya que los expertos han afirmado al mencionado diario que, aproximadamente, un millón de ellos en Reino Unido son adictos al juego.
Estos cambios protegerían al público de las compañias extranjeras que se aprovechan de las Leyes Británicas del Juego para cobrar más de lo que deberían. Esta reforma significaría la anulación de una gran parte de dicha ley, Labour’s 2005 Gambling Act. Esta ley, considerada por los críticos como una liberación de la industria del juego, favorece la concesión de licencias y la promoción de empresas de juego extranjeras en Reino Unido, ya que no considera extranjero a ninguno de los 30 paises que forman parte del Área Económica Europea, lo cual permite a todos ellos promocionar sus servicios de juego en Reino Unido.
Los consumidores de UK gastan sobre 2.5 millones de libras en apuestas por Internet o por teléfono. Los operadores que disponen de licencia por la Comisión de Juego, lo cual supone menos de la cuarta parte de este dinero, esto significa que los clientes de UK no están tan protegidos como ellos piensan que están.