Leon Sturm conquista el 100.000 € Super High Roller en el EPT Barcelona
El 100.000 € Super High Roller del EPT Barcelona, celebrado en el Casino Barcelona como parte del European Poker Tour de PokerStars, ya tiene nuevo campeón: el alemán Leon Sturm se impuso a un field de 47 registros para conquistar uno de los títulos más prestigiosos del festival.
Leon Sturm aseguró la mayor recompensa de su carrera: 1.450.385 €, tras pactar en el heads-up con David Coleman, dejando 200.000 € y el trofeo aún en juego. Para Coleman, que cobró 1.148.755 €, este fue su cuarto subcampeonato en lo que va de festival. El profesional estadounidense ya había terminado segundo en el 30K Super High Roller Warm-Up (332.900 €), en el 20K Single Day High Roller (292.398 €) y en el 10K Mystery Bounty (83.077 €).
El evento de tres jornadas generó un prize pool de 4.559.940 €, repartido entre los seis mejores clasificados. “Sí, nuevo récord desbloqueado,” dijo Sturm con una sonrisa. “Es genial ganar un trofeo. Creo que eso es más importante que el premio en sí.”
Jesse Lonis cerró otra gran actuación en 2025 con un tercer puesto valorado en 706.800 €. “Siento que he tenido suerte de tener suerte en el momento justo,” añadió Sturm.
Resultados finales:: 100.000 € EPT Barcelona Super High Roller
| Puesto | Jugador | País | Premio |
|---|---|---|---|
| 1 | Leon Sturm | Alemania | 1.450.385 € * |
| 2 | David Coleman | EE. UU. | 1.148.755 € * |
| 3 | Jesse Lonis | EE. UU. | 706.800 € |
| 4 | Espen Jorstad | Noruega | 524.400 € |
| 5 | Aleksejs Ponakovs | Letonia | 410.400 € |
| 6 | Punnat Punsri | Tailandia | 319.200 € |
La reacción del campeón
Una mano que cambió por completo el momentum fue cuando Sturm se jugó el torneo contra Coleman con A‑K vs A‑K. El board le dio un color de cuatro cartas al alemán, que tomó la delantera en fichas por primera vez.
“A partir de ahí, sentí que tenía una ventaja clara y que podía hacer de todo. Todas las situaciones salieron increíblemente bien,” comentó. “Obviamente tuve suerte de que mis rivales no ligaran después, pero el impulso cambió en ese momento, y a partir de ahí tomé el control. Esta debe ser especialmente dura para David, por supuesto.”
Sturm también reflexionó sobre el ambiente de la mesa final, que estuvo llena de bromas pese a los altos stakes. “Es agradable jugar contra amigos o gente que conoces, más que contra desconocidos,” explicó. “Aquí, todos eran profesionales, pero había buen rollo. Eso sí, todos llevábamos gafas de sol, cinco personas mirándose entre sí reflejadas… hay margen de mejora en cuanto al table talk.”
En cuanto al futuro inmediato, el alemán ya tiene claro su calendario. “Sí, el Main está en marcha. Lo jugaré después. Y además hay un 50K y un gran 10K, así que se vienen cosas emocionantes,” comentó.
La montaña rusa de Sturm
La mesa final arrancó con fuegos artificiales: el tailandés Punnat Punsri fue eliminado en la primera mano. Coleman shoveó desde la ciega pequeña con un as débil y Punsri pagó al instante con reyes. Pero el flop trajo un as alto que lo condenó al sexto lugar.
El comienzo soñado de Coleman solo fue a más: dominó los primeros niveles, acumulando bote tras bote sin cometer errores. Mientras tanto, Sturm caía a la cuerda floja, perdiendo fichas y cerrando el conteo con menos de la mitad del stack de su rival más cercano al llegar al primer descanso.
El chip leader del Día 3, Espen Jorstad, tampoco tuvo suerte: sus faroles eran descubiertos y sus rivales lo presionaban sin piedad. En una ocasión, Lonis le lanzó un farol brutal. Aun así, el campeón del mundo mantuvo la calma y no perdió los papeles.
El punto de inflexión para Sturm llegó con cinco jugadores en pie, cuando se enfrentó all-in contra Coleman con A‑K. Ambos tenían la misma mano y bromeaban esperando repartir el bote, pero el flop monocolor le dio a Sturm un proyecto de color que se completó en el turn. A partir de ahí, todo cambió.
Con el liderato por primera vez, Sturm empezó a meter presión, poniendo a Coleman, Lonis y Jorstad en prisión de ICM con constantes all-ins, mientras Ponakovs resistía con menos de diez ciegas. El letón cayó en quinta posición y Jorstad le siguió poco después. El 3-handed empezó con Sturm acumulando el 60 % de las fichas.
Tras un nivel de intercambios entre los tres, fue Lonis quien cayó eliminado. Pagó correctamente con A‑9 contra el 9‑8 de Coleman, pero un ocho en el flop dio un nuevo golpe de suerte al estadounidense. Sin ayuda en las siguientes calles, Lonis se llevó el bronce.
El pacto y la mano final
En cuanto Sturm y Coleman alcanzaron el heads-up, pactaron rápidamente, dejando 200.000 € y el trofeo en juego. Sturm partía con ventaja casi 2:1 y la amplió con agresión medida y una lectura precisa de un farol de su rival.
En la mano final del torneo, Coleman tenía unas 20 ciegas cuando Sturm shoveó desde el botón. El estadounidense pagó con A‑5, pero estaba dominado por el A‑9 de Sturm. El board no cambió nada, y el kicker del alemán decidió el desenlace.
Leon Sturm se proclamó campeón del Super High Roller, se llevó 1.450.385 € y sumó otro trofeo a su creciente palmarés.




