Aprovechaba el líder de la general la debilidad mostrada por uno de sus rivales para conseguir llevarse un bote que le va a venir muy, muy bien.

La mano se iniciaba con el open-raise en posiciones iniciales de un jugador francés a 1.300 puntos. La acción llegaba entonces a Echevarne en el botón y el de Estepona decidía hacer una three-bet a 4.200 puntos tras confirmar que el stack de su rival era bastante corto. El jugador francés no estaba por la labor de tirarse y hacía call a esos 4.200 puntos dejándose tan solo 8.000 puntos por detrás.

El flop traía y tras el check de su rival, una apuesta de 5.500 puntos era suficiente para que Echevarne se llevase el bote.