Sin ayuda para Hani
Con las ciegas ciertamente elevadas, los shortstacks están poniéndose nerviosos.
Besfort Hani abrió restándose dos manos seguidas inmediatamente después de volver del descansito que acaba de terminar, llevándose en ambas ocasiones las ciegas y antes. La segunda vez enseñó paraja de jotas de mano. "¿Veis, soy bueno jugando corto?", aseguraba.
Hani aún está peleando en la frontera de los 220.000.