En un nuevo paseo tras el descanso para comer, nos acercábamos por la mesa de David Lebrón, que estaba metido de lleno en una mano.

El bote ya tenía unos 3.000 puntos y el board estaba repartido hasta el turn, . Jasper Meijer Van Putten apostaba 2.000 desde posiciones medias y la mano llegaba entonces a Lebrón en el botón, que tras pensar unos segundos hacía una resubida a 4.000 puntos. Van Putten pensaba y pagaba para ver el river.

La croupier descubría un en la cuarta calle y Van Putten volvía a pasar. El español echaba la mano a sus fichas y lanzaba una apuesta de 4.500 puntos.

A Van Putten le costó un poco, se podría decir que bastante, pero terminó pagando para ver como Lebrón muckeaba. El holandés mostraba entonces su y se llevaba el bote más feliz que una perdiz.