Juan García subió a 2.200 desde early position y aceptó el small blind. El flop fue . Check-call por parte del SB, tras la apuesta de 2.700 de García.
Nuevamente en el turn, , el SB hizo check-call, ahora por 3.700. Y mismo escenario ocurrió con el del river, en este caso por 5.200. De nada le sirvió a García poner presión, ya que perdió ante el del rival.
Tras sufrir un duro revés al comenzar el nivel, Alex Komaromi decidió arriesgar su resto con en mano y en mesa. Tristemente para él, su oponente tenía .
En el turn y el river salió y , y el campeón del año pasado fue eliminado.
Cuando arribamos a la mesa, un jugador tenía su stack completo en el centro del paño. El campeón del año pasado, Alex Komaromi, aceptó el desafío con y empezaba una mi carrera contra su oponente con .
En mesa había y salió un en el turn que le añadió a Komaromi el proyecto a color. Desafortunadamente para él, en el river apareció un y tuvo que entregar la mayor parte de sus fichas.
El jugador under the gun abrió por 2.000 y consiguió el call del small blind y el Team PokerStars pro Nacho Barbero, en el big blind.
Cayó en el flop y los tres pasaron. Un apareció en la cuarta calle. El SB pasó, pero Barbero decidió apostar 4.100. El UTG aceptó y el SB se retiró con un gesto de sufrimiento que hizo pensar que tiró una buena mano.
Un llegó en el river y Barbero pasó. Cuando su oponente enseguida hizo check, Nacho se golpeó la frente. Claro, tenía para una escalera. El rival tiró las cartas y el argentino se quedó con las fichas de un bote que podría haber sido mayor.
Julián Menéndez abrió por 1.750 en middle position y consiguió que le pague el big blind.
El flop fue . Check y una apuesta continuada de Menéndez por 1.700. Raise del oponente por 4.400, y call de Menéndez para llegar al del turn. Ambos pasan. Cae un en el river y el big blind decide tomar la iniciativa por 7.600, aceptado rápidamente por Menéndez.
Bien por él, ya que el del big blind no fue suficiente para batir su . Menéndez, el campeón del LAPT IV Colombia, prácticamente logra duplicar su stack.
Llegamos y había 22.000 en el bote y en mesa. Un jugador pasó y Fabrizio González hizo una apuesta. Su oponente aceptó y el river trajo un .
Otro check del rival y González pone 7.800. Pasaron dos minutos, donde el potencial caller jugó con las fichas y analizó las probabilidades, hasta que finalmente desistió. González se queda con el bote y ronda los 80.000.