Perder con un set de reinas en la mesa final de un evento WSOP no es cualquier cosa. Pero cuando esto le pasa a Greg Raymer, no se queja, no se enfada, y por supuesto no pierde la compostura. En lugar de eso, atiende a un fan y le firma un autógrafo para su hija: el hombre ledijo a Greg que eso haría feliz a su hija por el resto del año. "Por supuesto", contestó Greg con una sonrisa.
Desde que ganó el principal evento de 2004, Greg se ha convertido en el campeón de campeones, representando al mundo del póquer con dignidad y clase. La actitud de Greg y la calidad de su juego, sus fans y su forma de ser son un ejemplo excelente para el resto de la comunidad del póquer.