Se ha presentado una situación interesante antes de la pausa en la mesa de Howard Lederer. Antes de hacer una apuesta, un jugador le dijo a Howard, que estaba sentado a su izquierda, que había visto una de las cartas de Howard, el . Howard le dio la vuelta a la carta en cuestión, pero de hecho era __. En respuesta, el jugador a la izquierda de Howard también mostró una carta, el , asumiendo que esta era la carta de la que el otro jugador hacía referencia.
Los jugadores llamaron al jefe de planta, y pidieron que les dieran otras cartas, porque las suyas se habían visto. El jefe dijo que tenían que quedarse las cartas originales, porque ellos eran responsables por enseñarlas.