Steve Seidman fue all-in con dieces de mano contra sietes. Con su vida en el torneo en juego, Seidman quedó destrazado cuando apareció un siete en el flop. Pero, ¿debería haber estado ahí? El crupier repartió accidentalmente un flop de cuatro cartas, y Seidman llamó al personal de planta para decidir qué pasaba con el flop. Cuando llegó el jefe de planta, todos en la mesa señalaron que era obvio que el siete formaba parte del flop de tres cartas, a pesar del error del crupier.
De todos modos, se estableció que las cartas se volvieran a barajar y se repartiera un nuevo flop, para disgusto del jugador con sietes.
Contra todas las probabilidades, apareció de nuevo un siete en el flop. Pero hay más: había dos tréboles en el flop. Seidman logró que se complementara su y sobrevivió al all-in
¿Coincidencia? ¿Destino? ¿O simplemente probabilidad? A usted le toca hacer las matemáticas.