Teletrinco: enséñame a ganar
Riiiiiiiiing, riiiiiiiiing
-Seeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!
-Sí, ¿señor Reiser? ¿Trallero Reiser?
-¡Yo mismo! ¿Quién es, qué quiere?
-Soy el señor Gajo, Edgar Gajo, de Teletrinco. Le llamaba para hacerle una propuesta…
-A ver con qué me sale, oiga… que la última vez me llamaron para ir a un torneo de estrella mediática y me metieron en Guantanamo un mes porque se me escapó un cuesco… Y no quiero volver a pasar por lo mismo.
-¡No! ¡Para nada! Esto es una gran idea que hemos tenido, se trata de que vaya a hacer de entrenador personal a personajes conocidos que luego jugarán en un torneo televisado cuya recaudación irá a una entidad benéfica. Es una gran plataforma para usted, para que le conozcan más…
-A ver, conocido ya soy, hablemos de dinero. Porque últimamente ando canino…
-Por supuesto que le pagaremos bien, tiene todos los viajes en avión pagados, hotel de 5 estrellas, dietas en restaurantes de lujo…
¿Y qué iba a decir yo? Parece que el resto de entrenadores personales eran de calidad: Piastor, Piakito, Champi Torres, Sir McDonalds… Desde luego, yo era la guinda del pastel de aquella élite del poker ibérico. Y allí que me planté en los estudios de Teletrinco como un señor dispuesto a convertir en un ganador al que me pusieran delante. Y bueno, me lo pusieron un pelín difícil: como primera remesa de jugadores tenía a Paco Piorrash, a Tramara, a Toni Gentil y Petardo Dantés. Ponerles a apostar era tan arriesgado como que un elefante te practicara un tacto rectal, de entrada fallarían el 99,99% de las veces, pero como acierten en su escaso 0,01%, sus rivales se acordarían de ese momento toda su vida. Así que hice lo que debía hacer en ese momento, confiar en la suerte y que tuvieran la inteligencia justa para distinguir los dibujitos de las cartas.
TRALLERO: Buenooooooooo, chicos, vamos a empezar con la claseeee… Bien, señor Piorras, deje los apios y las verduritas que vamos a empezar.
PETARDO DANTÉS: Profe, le he hecho una canción, ¿la puedo cantar? ¿puedo? ¿puedo?
TRALLERO: (¡!) Coñe… Bueno, si no es muy larga, canta, canta…
PETARDO DANTÉS: Dice así (cogiendo un pañuelo en la mano):
¡Un baile nuevo, un baile nuevo!
¡El baile de Trallero, el baile de Trallero!
¡Mueve tus brazos, mueve tu cuerpo!
¡El baile de Trallero, que bien te lo pasarás!
TRALLERO: ¡Chim pón! Ya he tenido suficiente, muchas gracias Petardo… Lo recordaré toda mi vida.
PACO PIORRASH: ¡Profe, profe! ¡Le leo el futuro! ¿Qué quiere, ajo o apio? ¡Le leo el futuro con un apio!
TRALLERO: (¡!) ¿Qué me lees qué con un apio? Que yo os venía a enseñar a jugar y…
TRAMARA: ¡Profe! Protesto enérgicamente, yo soy una diva, y no me merezco estar mezclada con esta panda de frikis, y además yo soy famosa por mí misma y no necesito de…
TONI GENTIL: ¡Tú calla bonita! ¡Que si no llega a ser por mí no te conoce ni el Tato…!
PETARDO DANTÉS: ¡Un baile nuevo, un baile nuevo! ¡El baile de Trallero, el baile de Trallero…!
Ante tal panorama, sólo me quedaba una alternativa: ponerme en manos en la suerte, decirles que fueran ellos mismos en la mesa, y que cada 6 manos fueran all in.
Semanas más tarde en Teletrinco.
EDGAR GAJO: Sorprendente el alumnado del Maestro Trallero Reiser. Haciendo gala de una sorprendente lectura del rival, han eliminado al resto de jugadores de la mesa, y en un emocionante final, el heads up se ha jugado entre Paco Piorrash y Petardo Dantés. En una excitante mano, Petardo Dantés se ha puesto all in, incorporándose de la silla con un pañuelo para cantar una canción. En mitad de la interpretación, Paco Piorrash le ha atacado a traición con una sandía que le ha impactado en medio de la frente dejándolo inconsciente sobre la mesa, momento en que los jueces han dictaminado la victoria automática del Petardo, que tras recobrar el conocimiento en la ambulancia, ha vuelto a cantar de la alegría. Maestro Trallero, ¿cómo lo ha hecho para entrenar en tan poco tiempo y con tanta calidad a este grupo de… err… jugadores novatos?
TRALLERO: Bueno, creo que como muchas cosas en la vida, todo se explica con la teoría del elefante…