La columna de trallero Reiser: La llave bajo el felpudo
Estamos en el año 1.999 y desde luego, Internet ya está por todos lados. Uno ya puede consultar sus cuentas del banco desde casa, hacer pedidos a tiendas al otro lado del mundo, hablar con personas de otro continente e incluso jugar de manera interactiva con ellos.
Prescott es un tipo corriente al que le apasiona el poker aunque su dedicación a tiempo completo es ejercer como contable. Como no tiene suficiente con la partida semanal que juega con sus amigos, se ha metido en uno de esos sitios de internet en que se juega al poker. Al principio jugaba con dinero ficticio, pero al cabo de una semana se animó a ingresar 100 dólares para ver qué tal le iba jugando online. Al principio fue fantástico, en un par de semanas había triplicado su ingreso inicial, los jugadores no eran tan buenos como él y había mucho gambler suelto. Era mucho mejor que la timba semanal con sus colegas: no tenía que preocuparse de turnarse para repartir cartas, jugaba muchas más manos en el mismo tiempo y no tenía que soportar según qué comentario de sus compañeros después de la cuarta ronda de cervezas.
Poco a poco fue subiendo de nivel hasta jugar en limit 3/6, y tenía un bankroll online de unos 1500$, un poco justo, pero más que suficiente para su más que rentable hobby. Aquella noche Prescott entró como siempre en una mesa del site después de cenar, con su cerveza en la mano y dispuesto a pasar un buen rato. Aparte de los habituales, vio a un jugador nuevo con un stack enorme. Acababa de ver a su pesadilla. Aquella noche Prescott perdió los nervios y 600$ contra él. Si él tenía unas dobles parejas, el tipo tenía un set. Si él tenía un set, su pesadilla, un overset. Si él trincaba una escalera, su rival un full. Y no sólo a él, sino también les pasó a sus otros compañeros de mesa, es como si pudiera leer sus cartas. Cuando tenía pareja de ases de mano, y no subía, su rival directamente tiraba la mano. Cuando tuvo 2 veces durante la noche pareja de K's, su rival le vio la apuesta para ganarle con dobles parejas de cuatro y sietes y un set de treses. ¿Cómo demonios era eso posible? Aquello tenía que estar trucado, ¡¡¡Planet Poker estaba trucado!!! Prescott retiró los 900$ que quedaban en su cuenta y se prometió no jugar jamás al poker por internet.
Esto que acabáis de leer es ficticio, nunca pasó, pero perfectamente podría haber pasado o estar pasando, ¿quién sabe? Si nos remontamos al año 1.999, Planet Poker, una de las casas pioneras en internet, tuvo una profunda crisis. Como pioneros del poker online, y en un afán de atraer jugadores, los responsables tenían una dura labor: tranquilizar a los potenciales clientes de que el juego estaba perfectamente controlado y era del todo transparente y limpio a la hora de repartir cartas. Aseguraban que su reparto de cartas, avalado por la compañía ASF software, era completamente aleatorio, y para dar más tranquilidad a sus clientes, decidieron publicar el código que se utilizaba para randomizar ese reparto de cartas en sus faq (¡¡¡Oh Dios mío!!!). Para los más curiosos, el código que publicaron fue este:
procedure TDeck.Shuffle;
var
ctr: Byte;
tmp: Byte;
random_number: Byte;
begin
{ Fill the deck with unique cards }
for ctr := 1 to 52 do
Card[ctr] := ctr;
{ Generate a new seed based on the system clock }
randomize;
{ Randomly rearrange each card }
for ctr := 1 to 52 do begin
random_number := random(51)+1;
tmp := card[random_number];
card[random_number] := card[ctr];
card[ctr] := tmp;
end;
CurrentCard := 1;
JustShuffled := True;
end;
No voy a entrar en los detalles técnicos, pero vamos, si uno se pone en la puerta de su casa una cerradura de última tecnología, lo que no debes hacer es decirle a todo el mundo que escondes la llave bajo el felpudo o dar una foto con todas las muescas para que te la copien. Y lo que pasó, es que con la publicación del código, se programó un software alternativo que podía predecir las cartas que iban a salir con total exactitud, así como las cartas que tenían el resto de jugadores de la mesa.
Un grupo de programadores de Reliable Software Technologies, aficionados al poker, vieron el código del randomizer de cartas en el faq de Planet Poker, y en seguida se pusieron manos a la obra. Encontraron que una de las bases era usar el reloj del servidor principal , así que sincronizaban los relojes de sus pc's con el del servidor y aprovecharon fallos en el código de randomización para programar en delphi una copia del mismo con un intefaz gráfico que proporcionaba todos los detalles. Y adivinad qué: que predecían con total exactitud las cartas que iban a salir en el board y las cartas que llevaban sus rivales. He visto los pantallazos y es para que se te ponga la piel de gallina.
Supuestamente, este grupo de programadores probaron su software con dinero ficticio, y en seguida dieron cuenta a los responsables del código, ASF, y a Planet Poker del fallo e incluso les aconsejaron cómo reprogramarlo para hacerlo totalmente aleatorio. Con relativa rapidez se cambió este código de randomización, que por supuesto nunca volvió a hacerse público. Afectadas por este fallo también estuvieron las salas Pure Poker y Delta Casino, ya que usaban el soft de ASF, aunque sus nombres no trascendieron demasiado debido a la popularidad de Planet Poker en el medio.
Planet Poker no levantó cabeza, y lo que empezó como una maniobra de marketing para tranquilizar y garantizar a la gente el juego limpio en su sala, se volvió en su contra de la peor de las maneras, afectando a su reputación y acabando con su desaparición unos años después.
Actualmente las salas son auditadas regularmente por una, e incluso dos, en el caso de Pokerstars, compañías independientes especializadas en seguridad para garantizar su transparencia y juego limpio, pero ¿quién sabe? ¿Y si el código de randomización tiene un fallo y cae en malas manos? ¿Y si hay programadores que dejan puertas abiertas para depurar código y alguien que no debe accede a ellas, como en el caso de Absolute Poker? Y vosotros, ¿alguien aún piensa que el poker online está trucado?