Trallero Reiser: Anecdotario de póquer
El poker ha sido durante muchos años trasfondo de numerosas anécdotas en la sociedad americana, se han ganado y perdido auténticas fortunas, se han dado situaciones inverosímiles, y no sólo por parte de los jugadores profesionales, sino de gente de todo tipo de clase social: actores, cantantes... Hoy comparto con vosotros unas cuantas de ellas.
John Wayne y Lassie
Al parecer, John Wayne era de lo más famoso por su afición a jugar al poker con los actores y el equipo de rodaje de sus películas. Según su propia mujer, mientras estaba rodando la película Hondo, en 1953, jugó una partida de poker épica durante toda la noche con Rudd Weatherwax, el entrenador de perros más famoso en Hollywood por aquel entonces. El caso es que al amigo Rudd se quedó sin dinero y, ¿qué apostó? Sus perros.
Pero Rudd cayó en barrena, y perdió todos y cada uno de sus actores caninos a manos de John Wayne. Por la mañana, el hombre estaba deshecho, aquellos perros eran su forma de vida. John Wayne demostró su buen corazón, y después de una sonora risotada, se los devolvió todos.
Lo curioso es que entre los perros en cuestión, se encontraba uno llamado Pal, que fue durante muchos años el encargado de dar vida a Lassie en el cine, sin duda de valor incalculable dada su popularidad en la época, y durante unas horas, cambió de manos por un capricho del dios del poker.
El caso es que no es la primera vez que Pal cambiaba de dueño, Rudd Weatherwax lo consiguió como pago a una apuesta de 10 dólares, y aunque al principio era un perro de temperamento agresivo que perseguía coches, tras el entrenamiento consiguió convertirse en la estrella canina más famosa de todos los tiempos y dar beneficios de miles de dólares a su dueño.
Johnny Moss y sus pistolas
Desde muy pequeñito, el amigo Johnny fue introducido en el mundo de las apuestas y el juego. Siendo un adolescente, un grupo de tramposos profesionales le enseñó todo tipo de argucias para ganar en el juego, pero Johnny prefirió no seguir ese camino, y gracias a sus conocimientos fue contratado en un Saloon para vigilar que no se hicieran trampas. Parece ser que desde esa época, y dado que se ganaba el pan con las cartas, desarrolló una extraordinaria capacidad para cazar a los tramposos y para salvar su cuello, lo que hizo que llevara siempre encima una pistola a fin de intimidar y protegerse a la vez.
Según sus propias palabras: "Una noche estaba jugando en una ciudad pequeña, no recuerdo dónde, quizá en Oklahoma, y veo que tienen la habitación preparada para hacer trampas, con tipos compinchados para ver las cartas desde un agujero en el techo. Así que saco mi pistola, siempre llevaba una encima en esos días y digo: 'Ahora, amigos, ¿tengo que disparar una bala en el techo? ¿O vais a decirle al chico que baje aquí y no saldrá herido?'. Demonios, pensaron que estaba faroleando, así que -dice riendo- acabé disparando al tipo en el trasero"
Aunque pueda parecer que estamos en el Salvaje Oeste, estamos hablando en una época en que ya estaba bien entrado el siglo XX, y en el sur de Estados Unidos, poker y armas iban de la mano, hacer trampas estaba a la orden del día, y apuntar con un arma a la cabeza de alguien para pedir que se desvistiera estaba a la orden del día. Tanto es así, que una vez le preguntaron a Moss si alguna vez había matado a alguien. ¿Su respuesta? "No sé si murió".
Chely Wright y el strip poker
Chely Wright, una de las más famosas cantantes country actualmente en Estados Unidos, contó que jugó una vez al strip poker en la playa. Sencillamente perdió y se quedó como Dios la trajo al mundo. Pero, ¿cual fué su fallo? ¿una racha de mala suerte? ¿un bad beat? Seún sus propias palabras: "Hubiera jurado que una doble pareja ganaba a un trío". Seguro que he dado ideas a más de uno.
El mayor raise de la historia
Ocurrió hace más de 100 años, en 1889. Dos hombres estaban jugando poker cubierto sin límite en el Bowen's Saloon, en la ciudad de Santa Fe, en Nuevo México. Uno de ellos era Ike Jackson, uno de los granjeros más ricos del Oeste en esa época. El otro era el legendario jugador Johnny Dougherty. Ya llevaban jugando varias horas, y tenían a más de 100 personas alrededor viéndoes jugar, entre ellas, el gobernador de Nuevo México, L. Bradford Prince.
En un momento dado, el bote alcanzó los 100.000 dólares, y Ike Jackson apostó su rancho, de más de 10.000 cabezas de ganado, anotándolo en un papel y lanzándolo al centro de la mesa. Entonces Dougherty escribió unas líneas en un pedazo de papel y se levantó de su silla. Dirigió su Colt a la cabeza del gobernador, y le gritó: "¡Firma esto, o aprieto el gatillo!". El gobernador lo firmó de inmediato, Dougherty volvió a su sitio en la mesa y puso el papel en el bote. Jackson miró el papel, y tiró sus cartas.
"Subo el territorio de Nuevo México", es lo que había escrito en el papel.