La mano más famosa del póker: la Mano del Muerto
Cuando Harrah´s Entertainment le compró al Binion's Horseshoe las WSOP en 2004, también adquirió el negocio de llevar el
Poker Hall of Fame, creado por Benny Binion en 1979. El Poker Hall of Fame continúa siendo a dia de hoy un club exclusivo, con tan solo 37 miembros hasta la fecha.
Para ser un miembro hay que satisfacer los cuatro criterios originalmente establecidos:
- “El jugador debe de haber jugado por limites altos"
- “El jugador debe de haber jugado contra competición reconocida como muy buena”
- “Su buen juego debe de haberse mantenido de forma consistente a través del tiempo y haberse ganado el respeto de sus pares"
- El jugador debe de haber soportado “la prueba que es el paso del tiempo”
Revisando la lista de los elegidos hasta la fecha, casi todos satisfacen de sobra los cuatro criterios. Algunos miembros puede que sean mejor conocidos como jugadores, mientras que otros son más conocidos por sus contribuciones al mundo del poker, aunque estos tienden a también haber sido buenos jugadores en las mesas.
Por ejemplo Sid Wyman (uno de los miembros fundadores en 1979) era más conocido por ser el propietario de varios casinos, pero también era un jugador bien considerado en las partidas de high-stakes.
Henry Orenstein (elegido en el 2008) es el dueño de la patente para las cámaras-lápiz que han sido fundamentales para la Tv y la explosión en popularidad del poker en los últimos años. No hay duda que su elección esta relacionada principalmente a
este logro, pero también es un jugador respetado con muchos éxitos en el tapete, entre ellos el ganar un brazalete en las WSOP de 1996 en el evento de seven card stud.
Solo un par de nombres de la lista de 37 son sospechosos de no poder completar adecuadamente los cuatro criterios. El primero es Edmund Hoyle, que fue uno de los primeros elegidos en 1979. Hoyle tuvo el handicap de que morirse en el año
1769 y por lo tanto nunca pudo jugar al poker, por lo menos como es conocido hoy por el obvio problema de que fue inventado con posterioridad a su muerte. Edmund Hoyle fue reconocido por el Poker Hall of Fame por haber inventado varios manuales sobre reglas y etiqueta de los juegos de cartas fundamentales para la evolución de los juegos de cartas en general.
“Según Hoyle” es aun a día de hoy una frase echa en el mundo anglosajón que se utiliza incluso fuera del mundo del naipe
para decir “según las normas correctas”.
Pero si Hoyle se gano su plaza por meritos propios, hay sin embargo otro miembro del que no solo se sospecha de su capacidad para
jugar al poker, sino que muchos la ponen directamente en entredicho. Su nombre es sin duda el que más fácilmente será reconocido por el público que no juegue al poker, pero de "Wild" Bill Hickok ya sean sus contemporáneos o historiadores, sobra la gente que afirma
que era un mal jugador de poker.
De lo que no hay duda es de qué participo en la mano de poker más famosa y la que más ha sido comentada en la historia del juego.
"Wild"
Bill Hickok, representante de la ley.
James Butler Hickok nació en 1837 en Illinois. A la edad de 19 Hickok dejo su casa y se dedicó a conducir una diligencia en la ruta de Santa Fe. Después se convertiría en un explorador para el ejército de la Unión durante la guerra civil. Posteriormente también serviría bajo el General George Custer en las guerras indias antes de convertirse en el sheriff de Hays, Kansas y más tarde en el Marshal de Abilene, Kansas.
Como representante de la ley, la reputación de Hickok es la de un hombre violento e irritable, principalmente gracias a su participación en algunos típicos duelos del lejano oeste que tuvieron mucha publicidad.
George Ward Nichols entrevisto en su día a Hickok para un artículo y este rememoro varias de sus peleas a mano armada. Seguramente
adornándolas para hacerlas más interesantes, y a raíz de esta entrevista paso a convertirse en la mítica figura del lejano oeste que despertó la imaginación de sus lectores.
Uno de esos duelos, en el cual Hickok mato a un antiguo soldado confederado de nombre Davis Tutt, aparentemente resultó de una disputa sobra una deuda de juego. Fue en Missouri en 1865 antes de que Hickok empezara su carrera con hombre de ley en Kansas. Aunque muchos de los detalles de este evento no están del todo claros, la deuda sin duda provenía de una partida de poker. Esta entrevista en la revista Harper's establece la predilección de Hickok por las partidas de poker y su leyenda como un temido representante de la ley de gatillo fácil. Hickok seria absuelto por actuar en defensa propia.
"Wild" Bill Hickok, el jugador.
En otro tiroteo en 1871 Hickok mató accidentalmente a un ayudante del sheriff, por lo que perdió su puesto como jefe de policía. Sobre esa época conoció a Agnes Thatcher Lake, con la que se casaría en marzo de 1876. Pasando por necesidades económicas (posiblemente derivadas de su pasión por las cartas) siguió el consejo de un amigo y se animo a dejar a su mujer en Missouri y dirigirse a las Black Hills
de South Dakota para buscar fortuna en la fiebre del oro.
Debe de ser comentado como un aparte que en algún lado del camino conoció a Martha Jane Cannary, una mujer más conocida como "Calamity Jane" la cual posteriormente afirmaría que mantuvieron una relación. Posteriormente muchos historiadores han demostrado que es mayormente una invención de Cannary. Eso no ha impedido que estas historias sobre la relación entre Hickok y Calamity Jane se hayan convertido en parte del folklore americano gracias a múltiples películas en las que se cuenta la vida de Hickok de maneras poco rigurosas. Esto unido a que Cannary consiguió que la enterraran junto a Hickok en el cementerio de Deadwood ha perpetuado el mito.
Volviendo a Hickok, este llego a Deadwood, South Dakota en el verano de 1876, y mientras que nunca encontró oro o trabajo, si que encontró una partida de poker en el Saloon No. 10. En Ghosts at the Table, Des Wilson intenta indagar en varios detalles de la historia de Hickok. Entre ellos esta el intentar estimar sus habilidades como jugador de poker.
"Teniendo en cuentas todas las opiniones, parece que si no se le consideraba exactamente un “fish”, no era un buen jugador" escribe Wilson, quien añade que muy probablemente Hickok fuera culpable de hacer trampas en repetidas ocasiones.
Con respecto a esta acusación, Wilson nos recuerda la historia, probablemente apócrifa de un gran bote que Hickok se jugo con un tal McDonald. A la hora de enseñar las cartas su rival anuncio "full de jotas." Hickok respondió "Yo tengo full de ases con seises".
Sin embargo a la hora de enseñar las cartas solo había tres ases y un seis. Cuando McDonald se lo echo en cara, Hickok saco su pistola y le dijo. "Aquí esta el otro seis" en referencia al conocido apodo de “seis tiros” de los revólveres.
Hickok tenía 39 años cuando fue a South Dakota y sufría de mala vista como resultado de un glaucoma. Muchos afirman que su pobre visión reducía sus posibilidades de encontrar trabajo como agente de la ley, y tal vez le obligara a depender más y más del poker como fuente de ingresos. Ya fuera con su habilidad o intimidando a los jugadores con amenazas.
De cualquiera de las formas, fue en el Saloon No. 10 de Deadwood en donde "Wild" Bill Hickok jugaría su última mano, la cual pasaría a tal vez ser la mano más famosa de la historia del poker.
La mano del muerto: Ases y ochos
El biógrafo Thadd Turner nos cuenta como el primero de agosto de 1876, Hickok había estado jugando una partida de poker cubierto con un jugador que se había presentado a si mismo como Bill Sutherland.
En una mano Hickok había hecho una apuesta considerable en la última ronda de apuestas, la cual Sutherland vio con su resto que consistía en una bolsa de oro en polvo. Hickok gano la mano pero cuando el oro fue pesado se descubrió que a Sutherland le faltaban $16-$18 dólares. Sutherland abandono la partida y volvió con suficiente oro para completar la diferencia. Hickok le pregunto entonces si seguiría jugando,y cuando este le contesto que no jugaria más Hickok le ofreció un dólar, el cual fue rechazado por un orgulloso Sutherland.
Al día siguiente Hickok estaba otra vez en el Saloon No. 10 jugando con otros tres jugadores. Se dice que normalmente tenia la costumbre de jugar de espaldas a la pared, pero en esta ocasión Charlie Rich, que ocupaba ese sitio cuando llego Hickok no estuvo dispuesto a cedérselo. Eran sobre las tres de la tarde, y Rich acababa de repartir una nueva mano en la que el Capitán William
Massey y Hickok se enfrentaron. Cuando Massey (cuya mano nos es desconocida) le enseño sus
cartas a Hickok este tiro sus cartas boca abajo disgustado, mientras decía "¡El viejo zoquete me ha arruinado en esa mano!".
En ese momento entro Sutherland (cuyo nombre real era Jack McCall) en el salón.
Hickok estaba de espaldas y no pudo ver como desenfundo una pistola de debajo de su chaqueta y le disparaba en la parte posterior de su cabeza, matándolo instantáneamente.
En el tumulto posterior McCall escaparía pero pronto fue capturado y juzgado a toda prisa por asesinato. Sin embargo fue encontrado inocente gracias a la historia de que Hickok había matado a su hermano (más adelante se supo que McCall no tenía hermanos). No están claros cuales fueron los motivos de McCall, pero el más probable es que fuera por venganza por haber sido avergonzado por la oferta del dólar de Hickok el día anterior.
McCall fue eventualmente juzgado otra vez y ejecutado en la horca en marzo de 1877.
En Ghosts at the Table, Wilson comparte unas interesantes investigaciones que apuntan a determinar con precisión las cartas que Hickok tenía en su última mano. La mayoría de las historias apuntan a que Hickok tenia Ases y ochos, con la quinta carta desconocida. Otra historia cuenta que un repartidor llamado Richard Stephens que estaba en el Saloon No. 10 se llevo las famosas cartas como recuerdo. Sus descendientes las donaron a un museo pero no se hizo nunca un esfuerzo por autentificar estas cartas. Wilson concluye que la quinta carta siempre será dudosa, pero que no hay duda que la ultima mano de Hickok fue dobles parejas de ases y ochos, una mano que ha pasado a ser conocida como la "Dead Man's Hand."
Hickok definitivamente no jugaba en high stakes, ni contra los mejores jugadores de su tiempo. Sus compañeros de mesa no le consideraban siquiera un buen jugador. Pero la historia de su ultima mano desde luego ha soportado “la prueba que es el paso del tiempo” y de paso ganado a "Wild" Bill Hickok su sitio en la historia del poker, al igual que su sitio en el Poker Hall of Fame.