Debate en PokerNews: ¿Son buenos para el poker los torneos de 250.000$ de buy-in?
El poker alcanzó un nuevo nivel el pasado mes de enero durante el Aussie Millions 2011. La introducción en el programa de eventos de un torneo con un buy-in enorme de 250.000$ ha revolucionado a la comunidad pokerística. Así mismo, ha suscitado el debate sobre si debe haber o no torneos de entradas tan altas en el circuito de torneos, sobre si los premios logrados deben contar para la lista de ganancias de todos los tiempos, y sobre si son buenos para el propio juego del poker. En Poker News, Rich Ryan y Donnie Peters han tratado estos temas desde dos puntos de vista diferentes.
¿Son los torneos con buy-in de 250.000$ buenos para el poker?
Rich Ryan cree que sí.
El ambiente que rodéo el torneo Super High Roller del Aussie Millions fue sensacional. El hilo del foro de TwoPlusTwo tuvo más de 40.000 visitas en menos de dos semanas y los jugadores tenían mucha ilusión por jugar el torneo.
“Juego muchos torneos a lo largo del año y no recuerdo haber estado tan emocionado como hoy”, le dijo Erik Seidel a Lynn Gilmartin tras el torneo. “Había mucho dinero en juego”.
Tom Dwan comentó en Twitter poco más tarde que creía que debía haber cinco eventos de 250.000$ al año, en Melbourne, Monte Carlo, Las Vegas, Londres y Macao.
Está claro que hay mercado para esos eventos y si los jugadores están dispuestos a arriesgar su dinero, pues adelante. Los jugadores que piensan que es un entrada muy cara tienen diversas opciones. Pueden jugar satélites, dar participaciones o simplemente no jugar. Hay muchos jugadores buenos que no tienen el bankroll necesario para pagar la entrada de 250.000$, y eso no quiere decir necesariamente que no puedan jugarlo.
Además, la historia del poker nos indica que hay muchos hombres de negocios forrados de dinero que están deseando jugar torneos de niveles altos. Y cuanto más alto es el buy-in, más interesante les suele parecer el torneo. Incluso Phil Ivey está planteándose no jugar eventos de las WSOP en los que el premio máximo sea inferior al millón de dólares.
Tanto el público como los jugadores siguieron con gran atención el transcurso del evento de Melbourne.
Donnie Peters cree que no abundarán los torneos con entradas de 250.000$.
La economía del poker está cambiando en 2011. Los jugadores parecen dispuestos a arriesgar su dinero, tal como demuestra el éxito de participación en los torneos de 100.000$ o de 250.000$ de buy-in disputados hasta el momento. Pero el hecho de que el número de registrados en tales eventos haya sido mayor que el esperado no quiere decir que vayan a proliferar los torneos de ese tipo por todo el mundo. Además, la mayoría de los jugadores que los disputan están completamente fuera de banca. Por ello, si se organizan más torneos de buy-ins tan elevados en el circuito, ello les costará a muchos jugadores toneladas de dólares.
Además, cuanto más eventos de estos haya, menos prestigio tendrán. En la actualidad, hay un sinfín de torneos de 5.000$ o 10.000$ de entrada por todo el mundo. Siempre hay, al menos, uno cada semana; y ya no tienen el mismo atractivo que hace un par de años. Organizar más eventos con buy-in de 250.000$ tendría como consecuencia inmediata que la victoria de Seidel en Melbourne perdiese parte de su prestigio. Además, haría que los jugadores fuesen mucho más selectivos a la hora de decidir su calendario de torneos. ¿Y qué jugadores podrían jugarlos todos? ¿Dwan, Ivey? Creo que la mayoría de los jugadores de alto nivel elegiría uno, quizá dos, y el número de registros por torneo caería en picado.
Dedicar 250.000$ a un torneo me parece absurdo. Solo hay que prestar atención al seguimiento de los aficionados en televisión. Desde luego, el evento no tuvo la repercusión del triunfo de Chris Moneymaker en el Main Event de las WSOP de 2003. Además, mucha gente podría llegar a pensar que los jugadores de eventos de 250.000$ son unos enfermos y unos degenerados si están dispuestos a pagar una entrada que vale el precio de una casa.
Organizar un torneo de estas características al año puede ser algo especial. No obstante, creo que poder disputar más sería negativo para el poker. Incluso podría ser mejor organizar un evento así cada equis años, de manera parecida al Mundial de fútbol. Ese título sí que tiene prestigio y se disputa cada cuatro años.
¿Deberían tenerse en cuenta estos eventos para los rankings de ganancias de todos los tiempos?
Rich Ryan cree que sí.
¿Por qué hay que penalizar a los jugadores que compitan en estos torneos de high-stakes? Si el evento fuese por invitación, sería diferente. Pero si el registro está abierto a cualquiera, no tengo ninguna duda de que debería contar para dicha lista. Aparte del marketing, estar por la parte de arriba de dicho ranking no tiene otro valor.
Estar en los primeros puestos del ranking no es tan importante. Chip Reese y Stu Ungar llegaron a estar en los puestos 89.º y 93.º, respectivamente, y está claro que son dos de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Podemos hacer una analogía con el fútbol americano. Podemos comparar a dos quarterbacks que están en el Hall of Fame: Joe Namath y Dan Marino. Namath jugó 13 temporadas en la NFL; le interceptaron 220 pases y solo consiguió 173 touchdowns; y ocupa la posición 49.ª en el ranking de yardas conseguidas con pases, con 27.663. Estos modestos números no ensombrecen su contribución a la victoria en la Super Bowl III, en la que los New York Jets hicieron historia al ser el primer equipo de la AFC que ganó dicha competición. Por otra parte, Marino, aunque nunca ganó la NFL, es el segundo quarterback que más yardas de pase consiguió (61.361) y más touchdowns dio (420). Su habilidad y su precisión eran alucinantes y pese a que nunca ganó un anillo, es, sin duda, uno de los mejores quarterbacks de toda la historia de este deporte.
Es imposible comparar a Marino con Namath; es como comparar manzanas con naranjas. Hemos de apreciar a ambos jugadores por sus logros individuales y por su repercusión en el fútbol americano. Lo mismo podemos decir del poker. No podemos modificar a los rankings por el hecho de que un jugador gane un evento “super high-roller”. Más bien, hemos de juzgar el valor de su triunfo, junto con otras variables, a la hora de elegir a los mejores jugadores de poker.
Por el contrario, Donnie Peters cree que estos eventos no deberían contar para los rankings de ganancias de todos los tiempos y que habrían de tener su propia lista.
Conforme crecía el debate sobre este torneo y sobre la conveniencia de contar las ganancias en los rankings, Hendon Mob planteó las siguientes preguntas: “Phil Ivey y [Daniel Negreanu] tienen un currículum impresionante. No obstante, ¿qué pasaría si un jugador de trayectoria inferior ganase un torneo de 10 millones de dólares de entrada, disputado en Macao o en cualquier otro sitio? ¿Se merecería estar en el número uno del ranking de ganancias?
En mi opinión, no. Si respondiésemos que sí, ¿qué impediría a un grupo de amigos organizar un torneo con entrada de 25 millones de dólares y jugarlo solo para que el ganador pasase a encabezar la lista de ganancias de todos los tiempos?
Aunque el registro de jugadores del torneo de los 250.000$ era abierto, ¿realmente lo era? El evento fue añadido al programa durante el transcurso del Aussie Millions. Ello propició que muchos jugadores no pudiesen disputarlo. Para que un torneo cuente en los rankings de ganancias, al menos habría de ser incluido de inicio en el calendario de eventos de una gran competición.
Este tipo de torneos podrían tener su propia lista de ganancias, especialmente si va a haber más en el futuro. Hendon Mob ha añadido nuevas listas para ordenar mejor los rankings, lo que, sin duda, ayudará a solucionar problemas como el suscitado por el citado torneo.
Además, los torneos de buy-ins tan altos deberían ser excluidos del ranking de jugador del año, especialmente si las entradas cuestan 250.000$. Creo que para optar a tal galardón, la mayoría de los jugadores de poker deberían tener opciones equitativas y ello no sería así si contasen los torneos de tan alto buy-in.