Pius Heinz, campeón de las WSOP de 2011: "Las Vegas es el peor sitio del mundo"
Hace ya tres largos años que Pius Heinz alcanzó la cima del póker mundial cuando ganó el Main Event de las World Series of Poker. El germano se llevó título de campeón del mundo y un cheque de 8.715.368$ tras una victoria que le abrió las puertas de la fama y el reconocimiento a nivel universal. La comunidad no tenía puestas demasiadas esperanzas en el que papel que iba a cumplir Heinz como embajador del póker, pero desde luego que nadie esperaría el derrumbe que ha sufrido el alemán: en los últimos dos años sus ganancias son de 8.739$ y ya no es el primero en la lista histórica de ganancias de su país. ¿Qué te ha pasado, Pius?
En realidad, es bastante sencillo olvidarse de Heinz cuando se repasan los últimos ganadores de las WSOP. Su triunfo en 2011, y su posterior desempeño, dista mucho del de su predecesor Jonathan Duhamel. A pesar de que ambos son jóvenes, no son norteamericanos y de que los dos entraron a formar parte del Team PokerStars Pro, Heinz no ha desarrollado su carrera tal y como lo ha hecho el canadiense.
Un año después de victoria en las WSOP de 2011, Heinz volvió a Las Vegas donde sólo consiguió dos cajas mediocres mientras veía como Greg Merson emergía como nuevo campeón. Un poco después el alemán y PokerStars separaban sus caminos y Pius se apartó de los focos de la comunidad.
Pero decidió emerger de las profundidades en el pasado European Poker Tour de Viena con una imagen muy cambiada. Con una poblada barba y luciendo un gorro, Heinz consiguió una caja en el Evento Principal del Eureka, evento de 1.100€ que se celebraba en el habitual festival de torneos de cada parada del circuito europeo.
Un mes después le volvimos a ver en el EPT de San Remo y nos contó que estaba allí por una sola razón: El amor. "No estoy haciendo mucho, me dedico a disfrutar de la vida. Nunca me gustó viajar demasiado y por eso no me atrae tanto ir a torneos. Vivo en Viena y por eso jugué el EPT, me pillaba cerca de casa y podía dormir en mi propia cama y estar en el casino en 15 minutos. Venir a San Remo ha sido por que mi novia, que también juega al póker, quería jugar este torneo y decidí acompañarla".
La mujer a la que se refiera Heinz es Natalie Hof, la presentadora del EPT en Alemania allá por 2008. Ambos se conocieron cuando ella le pidió una entrevista. "Nos conocimos en 2011 en el Main Event de las WSOP cuando me pidió una entrevista en un descanso. Entonces nos hicimos amigos y empezamos a salir poco después. Estoy muy feliz por que de momento todo va bien".
Tras hacer un buen papel en el EPT de San Remo, incluyendo un call galáctico contra Sergey Rybachenko, nos contó como ve actualmente su relación con el póker. "Para mi se ha convertido en un hobby. Era profesional hasta un año y medio después de ganar el Main Event pero ahora sólo quiero jugar cuando de verdad me apetece", nos cuenta Heinz. "Así no siento presión y me dedicó a divertirme cuando juego. Y voy a seguir así por que me siento cómodo y feliz".
Respecto a las palabras que Joe Hachem, campeón de las WSOP en 2005, lanzó acerca de los recientes ganadores del Main Event y su papel como embajadores, criticando duramente a los jóvenes por no ser buena imagen, Heinz comentó que "no puedo hablar por los demás, pero a mi no me gustan los focos ni la fama. No me gusta que en cada descanso me pidan una entrevista o estar haciéndome fotos todo el rato. Me explico, si alguién me pide una foto o un autógrafo nunca lo voy a negar, pero no es algo que me guste".
"Muchas veces, cuando la gente te ha visto en la televisión, se acercan a ti como si te conocieran. Te tratan así cuando en realidad son completos desconocidos y eso es algo que a mi me parece muy raro. Entiendo las palabras de Hachem, pero a la vez no creo que se pueda pedir a gente tan joven como yo o como otros campeones que acepten ciertas cosas".
El año pasado Pius Heinz voló hasta Las Vegas, donde pasó apenas dos semanas. Y no es seguro que le vayamos a ver allí este verano. "El problema de Las Vegas, en mi opinión, es que es el peor sitio en el que he estado. Odio totalmente la ciudad, y creo que mucha gente entenderá a que me refiero y otros no. Pero es mi pensamiento y quizás juegue el Main Event pero no es seguro".
Heinz es sincero y reconoce que los focos, la fama, y estar en primera línea del póker mundial no es algo que le agrade. Pero el alemán tiene 8.715.368 razones para disfrutar de la vida y dejar que su legado en las World Series of Poker hable por sí mismo.
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