César Ordoñez enciende la estufa
Entrábamos en la sala y, tras acercarnos a la mesa de César Ordóñez, veíamos al español enzarzado en un bote.
En las comunitarias había un 10 como cartas más alta y cuatro diamantes. Ambos había llegado hasta el river y ahí parecía que César había pagado una última apuesta. Su rival, que por la reacción de César parece que le había pagado todas la calles con aire hasta encontrar el color, le mostraba ![]()
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Eso encendía a César, que muy caliente lanzaba las fichas a su rival y de un manotazo desperdigaba los excasos 20.000 puntos que le habían quedado por detrás. Para aquel entonces la estufa ya estaba encendida.
Mientras el croupier repartía una nueva mano César no paró de refunfuñar, eso si de forma respetuosa, como hablando con sigo mismo. Todos los jugadores se tiraban y dejaban que la acción le llegase limpia al español al botón. Sin dudalo un instante, César se movía all in, pero esta vez forzaba el fold de las ciegas.
Eso le tranquilizó algo, aunque estamos seguros de que el fuego aún no está apagado.
| Jugador | Fichas | Progreso |
|---|---|---|
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21,000
3,600
|
3,600 |