La historia de las idas y venidas de algunos jugadores se podrían resumir perfectamente en estas manos, en las que Thomas De Rooij se quedaba casi fuera y volvía a recuperarse en solo unos minutos.
En la primera, Marco Paul Lander se movía all in desde UTG y forzaba el fold de toda la mesa hasta que la acción llegaba a De Rooij en la ciega pequeña, que se movía all in para aislarse con Lander. La ciega grande se tiraba y las cartas se daban la vuelta.
De Rooij:
Lander:
El board traía y De Rooij se quedaba con solo 120.000 puntos.
Justo en la mano siguiente. Todos los jugadores se tiraban y dejaban que fuese De Rooij el que iniciase la acción con un all in desde el botón. La ciega pequeña se tiraba y, en la ciega grande, Marco Paul Lander no tardaba ni un segundo en pagar.
Lander:
De Rooij:
El board ayudaba al holandés a mantenerse con vida, , y depaso le permitía devolverle el golpe al que había estado a punto de ser su verdugo.
A Ludovic Geilich le encanta dar guerra, pero no siempre las cosas salen como el escocés esperaba. Y menos mal, porque sino puede que el torneo ya hubiese acabado.
En una de sus últimas manos, la acción le llegaba limpia al botón a Mazvydas Simaitis, uno de los jugadores que más espectáculo está dando en el Día 3. Simaitis abría a 75.000 y forzaba el fold de la ciega pequeña, pero no de Ludo que le hacía una three-bet a 235.000 puntos.
Simaitis, que la última vez que le pidieron tiempo se pasó todo el minuto bailando antes de foldear, esta vez se movía all in al momento. Su stack era mucho mayor que el de Ludo, que no tardaba ni un segundo en poner pies en polvorosa.
Los jugadores se retiran ahora a un descanso de 20 minutos y volverán a las mesa para disputar dos niveles de una hora antes de disfrutar de un descanso para la cena.
El jugador español acaba de lograr una gran doblada, aunque no sin sufrir de lo lindo.
Él mismo abría la mano desde primeras posiciones, lo que hacía que el resto de la mesa foldease hasta llegar a la ciega grande, en la que estaba Dennis Berglin, el mismo jugador que hace no mucho doblaba a José Luís Calvo. Berglin hacía call y ambos iban a ver el board en heads-up.
El flop era y Berglin pasaba para ver como López hacía una continuación de 65.000 con un stack de 626.000. La mano volvía a Berglin que, tras pensar un rato, pedía la cuenta. Solo un par de segundos después de conocer que a Ignacio le quedaban 561.000 puntos, Berglin se movía all in.
Ignacio no pensaba demasiado y hacía call sabedor de que ahí podía estar en juego su torneo.
López:
Berglin:
El español iba por delante, pero debía esquivar los múltiples outs que tenía Berglin. El turn fue un que no cambiaba nada y el river un que daba una innecesaria escalera a Ignacio.
Después de haber estado a punto de caer eliminado del torneo, David Algarro ha conseguido hacer con un stack que le va a permitir jugar más cómodo en los próximos minutos.
Abría Bedell desde primeras posiciones y toda la mesa se tiraba hasta que la acción llegaba a David Algarro en la ciega pequeña. Algarro miraba sus cartas y no tardaba ni un segundo en moverse all in. Bedell tardaba aún menos en pagar.
Bedell:
Algarro:
El board traía y David Algarro pasaba de short-stack a ver el futuro con mucha más tranquilidad.
No tenemos los detalles de cómo había sido la secuencia de la mano porque cuando llegábamos a la mesa el board ya estaba repartido hasta el river y mostraba .
El bote ya tenía unos 400.000 puntos y Geilich, que era el primero en hablar, había llegado hasta allí con unos 260.000. El escocés se ponía entonces a pensar y, después de que le pidiesen tiempo, decidía hacer una apuesta de 260.000 puntos que olía a chamusquina.
A Naveiro eso le dio igual y por eso se movió all in. Lo extraño fue que, después del push del español, Geilich se puso a pensar. No sabemos exactamente si lo hizo en plan troleo, pero tenía toda la pinta. No parecía serio que fuese a foldear para quedarse con tres ciegas tras haber metido al centro el 90% de su stack.
Tras unos segundos, Geilich hacía call y mostraba , lo que era suficiente para derribar a los de Iñigo Naveiro.
Marcelo Carranza se había quedado con poco más de cinco ciegas y se movía all in desde UTG con . Toda la mesa se tiraba y la acción llegaba a Thomas de Rooij en la ciega pequeña, que se aislaba con él. La ciega grande se tiraba y las cartas se daban la vuelta.
Marcelo:
De Rooij:
El board traía y eso permitía a Marcelo doblarse para respirar un poquito, pero tampoco mucho poque todavía sigue bastante corto.