Psicología del Poker - El síndrome Titanic
Y sí, tenía entendido que era algo así: Las empresas, especialmente las emergentes, tienden a adoptar estrategias de gestión de negocios de uso muy extendido en algún momento de su evolución. Una de las mejores técnicas de gestión, que está causando furor actualmente, es la llamada "gestión de cambios". Por esto se entiende que lo que mantiene un buen negocio a flote es el mantenerlo actualizado y hacer que evolucione con el tiempo o "gestionar los cambios". Parece bastante sencillo y cuando se aplica correctamente, funciona muy bien.
Sin embargo, las empresas de éxito muy reciente a menudo creen que son invulnerables. Así que en ocasiones, su "gestión de cambios" se aplica realmente mal y les lleva a problemas más serios: se han chocado con el iceberg y el negocio se está hundiendo. Aquí es donde llega el síndrome Titanic: la incapacidad para reconocer los icebergs en el horizonte y de controlar la situación una vez que inevitablemente se ha chocado con el gran bloque de hielo. Teddy pensó que su juego se había enfriado pero otro jugador le dijo entonces que estaba totalmente equivocado, que estaba en medio de una crisis del síndrome Titanic (¿en el cataclismo?) Teddy no lo entendió, así que nos sentamos a analizar su juego.
Teddy sacó su cuaderno del bankroll y me mostró las páginas donde había apuntado los resultados obtenidos en los últimos tres meses. Habían pasado unas cinco semanas antes de que sus cifras hubieran cambiado de un 80% de ganancias a un 90% de pérdidas. Dibujé una línea donde había ocurrido este tremendo giro y otra donde Teddy había cambiado sus juegos del Hold'em limitado de $5/$10 al Hold'em no limitado de $1/$2. A esas dos líneas las separaba menos de una semana, por lo que tuve que preguntar a Teddy por qué había cambiado sus juegos. Su respuesta fue un montón de palabrerío "bla-bla-bla" que terminó con lo siguiente: "Pero es que incluso cuando volví a cambiarme al juego limitado seguía perdiendo". La pura verdad, ahora Teddy perdía en los dos juegos.
Sé cómo juega Teddy, al menos cómo juega con límites: siempre juega en una de las grandes salas "locales" de la franja. Juega durante el día y cambia su técnica, presencia un buen número de flops y siempre hace una buena apuesta. Pero el juego sin límites no funciona de la misma manera y noté que las sesiones de Teddy ahora solían ser por la noche e incluso de madrugada, un juego diferente con jugadores diferentes.
Para Teddy, aquí fue donde comenzó el caos en el barco que se hundía. Se dio cuenta que no estaba siguiendo una estrategia óptima para el juego no limitado, así que empezó a probar otras nuevas. Desde entonces, no dejaba de perder, solía incorporar una nueva táctica para cada juego o incluso varias diferentes para una única sesión. ¿Alguna vez has estado en el punto de salida, tras leer un artículo en una revista de golf, y has tenido cuidado de mantener la cabeza inclinada, los codos flexionados, de girar la cintura, ladear la cadera, dar un paso adelante...y entonces te has dado cuenta que te has olvidado de colocar la pelota?
Teddy se había metido en unos cambios enormes que gestionar sin haber identificado el problema previamente, y lo que es peor, había vuelto con su juego maltrecho al hold'em limitado, en el que había visto tantas victorias...¡y en el que ahora estaba perdiendo también! Ahora Teddy tenía dos Titanic hundiéndose y perdiendo fichas como locos.
Entonces, ¿qué le dije a Teddy?
"Teddy, amigo mío, has pensado probar también con el Crazy Pineapple?" vale, es broma, es broma.
"Teddy, amigo mío, vuelve al hold'em limitado pero cuando hayas aclarado cuál era tu estrategia ganadora y la sigas religiosamente. Una vez que empieces a ganar de nuevo, puedes plantearte probar al no limitado, pero te sugiero que lo hagas online y en stakes bajos hasta que te familiarices con el juego. Mi mejor consejo es que, si no puedes mantener las dos estrategias por separado, te quedes sólo con el hold'em limitado. Tener un sólo barco hundiéndose ya es suficiente problema aunque puedes sacarlo a flote, pero si sigues así, podrías perder toda tu flota."
La última vez que vi a Teddy, estaba sentado en una mesa limitada de $5/$10 con una gran pila de fichas y una gran sonrisa, pero detecté cierto anhelo por llegar a las mesas no limitadas.