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La columna de May Maceiras: Novatos III. El

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La columna de May Maceiras: Novatos III. El 0001

Continuamos con los perfiles de los novatos. Hoy conoceremos al calling station.

Aunque hay quien viene así de fábrica, y ostenta este estilo desde sus inicios, normalmente un calling station es un jugador roca desengañado. El jugador ultra-tight-passive de repente amanece un día y se da cuenta de que, atención, cuando la gente apuesta, ¡no siempre tiene mano!. Vaya golpe más duro... Y es que este dato revelador resulta muy indignante teniendo en cuenta la de veces que se ha tirado de una mano, dando por hecho que estaba vencido... Y entonces, el roca, con toda su ira contenida, se planta en plan Scarlett O´Hara y clama al cielo "a Dios pongo por testigo que nunca más volveré a tirarme de un as".

Y ahí ya la líamos. De repente, el jugador roca se transforma en un incrédulo y ya no hay forma humana de conseguir que se tire de una mano. Ha "digievolucionado", ahora es un calling station.

Para definir qué es un jugador Calling Station, voy a echar mano del gran Phill Hellmuth, que en su libro "Play poker like the pros" define a este tipo de jugadores así: "Nunca hace fold cuando debe, porque nunca cree que su rival tenga la mano ganadora. Es imposible farolear contra él, y de hecho, ningún jugador con algo de experiencia intentará algo así. Este jugador proporcionará fichas a los demás, lenta pero constantemente. No es un jugador demasiado astuto y no está considerado como un jugador peligroso, sólo sacara fichas de aquellos jugadores maníacos que cometan el error de seguir intentando farolearle".

Un jugador calling station parece que no conozca las reglas de este juego. Obvia conceptos como los de las probabilidades, las pot-odds, pot-commited, etcétera. No se para a pensar si es rentable o no pagar esa apuesta. Sólo paga y punto. Da igual que estén apostando el doble del bote y que él tenga un proyecto de escalera interna. Para él, la probabilidad es del 50%: "o sale la mía, o no sale". ¡Toma ya!

Está comenzando a familiarizarse con conceptos como el de la agresividad y empieza a coquetear con un juego algo más loose. Pero se queda a medias. No suele llevar la iniciativa y se limita a esperar a ver qué hace el otro: "de momento paso, y ya si él mete pues me pienso a ver qué hago". Y siempre hace call. Siempre. Con la experiencia, ha ganado algo de "autoconfianza", ya no es aquel jugador tímido y prácticamente invisible, ahora se siente más confiado y preparado, pero lo cierto es que aún no lo está. Por eso, en vez de apostar él de cara, prefiere ver las apuestas de sus rivales. No quiere que "abusen de él" y se lleven todos los botes delante de sus narices, se resiste a que le echen de la mano, pero aún no sabe defender una jugada, y por eso se limita a hacer call y call y call, lleve o no la mejor mano.

El perfil de calling station es, me atrevería a decir, el más común entre los jugadores novatos y los no ya tan novatos. Hay mucha gente que se cree que este juego se trata de ver, y perdonadme la vulgaridad, "quién los tiene más grandes". Hay quien piensa que de lo que se trata es de demostrarle a todo el mundo "lo duro que eres" y lo difícil que es conseguir que te tires de tu mano. Hay quien entiende que tirarse de una mano ante una apuesta es un "deshonor" o una "cobardía". Hay quien se toma como una gravísima ofensa a su ego que alguien le cuele un farol. Por eso abunda tanto este perfil de juego, porque la gente a veces se olvida que hay dinero en el medio, y piensa que de lo que va esto es de dejar claro lo "valiente" que eres. Y los calling station piensan que demuestran su gallardía al no amilanarse ante una apuesta rival.

Pero la realidad es que esto va de ganar dinero, no de ver quién es más valiente. Y en el poker cuenta tanto el dinero que ganas como el dinero que no pierdes. Y un buen fold a tiempo puede ser tan buen movimiento como el mejor de los faroles. Y si lo que no quieres es que te tiren de la mano, prueba a reraisear. Pero no creas que con un call estás demostrando fortaleza o estás dando un golpe en la mesa, porque no es así.

Respecto a cómo jugar contra este tipo de jugadores, hagámosle caso al bueno de Phill, que de esto, algo sabe: no les farolees. NUNCA. Escoge otro rival para ese tipo de movimientos. El calling station te va a hacer call aunque haya cinco cartas de color en la mesa, aunque le apuestes tres veces el bote, da igual lo que hagas, él te hará call. La mejor estrategia es la más simple: juega con él cuando tengas buena jugada y tírate cuando no la tengas. Las veces que te enfrentes contra él con una buena mano, conseguirás quitarle gran parte de sus fichas, porque te va a pagar todas tus apuestas, así que compensa el no intentar faroles contra él. Ten cuidado con los proyectos, porque te los va a pagar apuestes lo que apuestes. No hagas slowplay, porque no compensa, ya que la mayoría de las veces te va a pagar tus apuestas sin cuestionarse siquiera qué jugada puedes tener.

Señores, lo dicho. Si alguien se siente identificado que revise urgentemente su juego. Si no es así, prestad más atención a detectar a estos jugadores en la mesa, porque son altamente rentables.

La próxima semana, el quiero-y-no-puedo-ser-agresivo: La agresividad sin experiencia.

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