Así fue Dublín
Acabo de llegar a España (después de una semana fuera me ha faltado besar el suelo al llegar!...). He tenido tiempo desde que caí eliminada del Irish Open para reflexionar sobre mi actuación y algunas de las manos más importantes. Caí eliminada por un error mío, muy grave. Aún me "pica" y estoy francamente decepcionada conmigo misma, pero de todo se aprende y una no va a estar enfadada con una misma para siempre, le he dado muchas vueltas y ya he exorcizado mis demonios.
Todo el mundo comete errores.Vale, muy bien, pero la verdad, unos se disculpan más fácilmente que otros y el mío no hay por donde cogerlo...
No tengo demasiadas manos que contar, sólo anoté las más relevantes y de hecho, revisando mis notas, casi todas las que apunté son las que jugué mal. No dispongo de espacio para contaros todas las manos, podremos hacerlo en el foro. Por ahora me limitaré a contar por encima cómo fue el torneo y ese dichoso error con el que fui eliminada.
El torneo tenía una muy decente estructura, con 10.000 puntos iniciales y una hora de ciegas. El día 1 me toca en una mesa bastante sencilla. Aún así, me meto en demasiados líos y juego más botes de los necesarios. Bailo entre las 8.000 y las 18.000 fichas durante las seis primeras horas. En el nivel 6 me cambian a una mesa llena de psicópatas con enormes stacks. Una mesa bastante más complicada que la primera.
En esa mesa sufro bastante, me caen reraises por todos lados durante la primera hora y no hay forma de llevarse un bote. Hay un jugador muy duro dos puestos a mi izquierda que se está llevando todas mis fichas. En una mano que llega foldeada subo desde el CO con A4off y él desde la sb me resube (otra vez!). Decido mover all-in. Su subida es bastante grande y ya me ha hecho ese mismo movimiento unas 2 ó 3 veces, así que decido mover todas mis fichas para adentro aprovechando que mi stack aún asustaba. Tras mucho pensar, se tira, y me llevo un bote jugosísimo. No enseño las cartas, pero aún así parece que el resto de jugadores ya me respetan algo más, así que tenemos una última hora de juego en paz y armonía. Ya me voy llevando más botes sin respuesta, y consigo que mi stack suba a los 30.000 puntos, por encima de la media.
Y entonces, a falta de cinco minutos para el final, el jugador más roca de la mesa (ni siquiera había reparado en él de lo poco que se movía) sube preflop. Yo estoy en ciega grande y me veo 99. Le pago pensando, como salga mi set, te pelo. Sale mi nueve en el flop. Apuesto, sólo me paga. Sale una dama en el turn. Apuesto fuerte y me mueve all-in. Le pago inmediatamente, pensando que lleva AA ó KK (me extrañaría, ya que apenas se movía). Pero no, lleva QQ de mano, y su set es mayor que el mío, así que termina pelándome él a mí. En esa mano bajo a 8.000 puntos, justo cuando se acaba el día.
Enfado considerable, lamentos, gritos, en fin... esas cosas. Al final lo digiero bien y afronto el DIA 2 con buen karma y dispuesta a remontar. En la primera hora me dan AA en el momento justo y vuelvo al juego, triplicándome. Me cambian de mesa varias veces y mi stack va sufriendo mordiscos, vuelvo a bajar a los 10.000 puntos con un par de manos muy mal jugadas (un 99 por ejemplo, del que me tengo que tirar después de invertir bastantes puntos). Me cambian a una mesa muy dura, llena de superstacks. En esa mesa, poco a poco, voy subiendo mi stack, primero con un all-in de 12.000 puntos, con 89s contra AJ (sale mi ocho y mi color) y a partir de ahí, con algo más de vida (unos 20.000 puntos), hago muchos movimientos, sobre todo a costa de un par de jugadores, uno muy loose, al que le resubo varias manos, y otro muy tight al que le muevo all-in un par de veces (y siempre se tira). Al final llego a 50.000 puntos, de nuevo estoy por encima de la media.
Llego al descanso de la cena (después del 4º nivel) y me doy cuenta de que estoy completamente exhausta. El estrés del shortstack, le llaman. Estoy muy cansada, muchísimo, pero tengo fichas, ha valido la pena. Sin embargo, al reanudar el juego, llega el momento fatídico. Justo cuando empieza el nivel 6, con ciegas 1500-3000 recibo JJ en UTG. Por error, subo sólo a 6.000 (pensando que las ciegas estaban aún en 1000-2000) (primer error que lamentar). El avispado de la mesa, un jugador nórdico, muy joven, muy TAG, y superstack, me hace una resubida muy fuerte. Ni pienso. Hago insta all-in creyendo que está intentando robarme. No, robarme, no. Estaba intentando pillarme. Lleva AA y caigo eliminada.
En fin. Técnicamente, no hay mucho que decir de esa mano. Está mal jugada y no hay ninguna duda al respecto. Pero el error más grande no está ahí. Para mí lo más imperdonable es que ni siquiera pensé. No conté hasta 10, no pensé, no me paré a recordar manos anteriores, nada de nada. Me desconcentré e hice un movimiento a lo loco que pagué muy caro. La conclusión más importante que saco es que nunca, NUNCA, puedo volver a jugar en ese estado. El cansancio me pasó factura en mi concentración, y no puedo permitirme eso en un torneo como éste. Si decimos que esto es un deporte, habrá que ponerse en forma. Lo que es yo, me apunto al gimnasio ya mismo. Pero esto no me vuelve a pasar. Palabrita.