May Maceiras: El Póquer y nuestro entorno (y II)
LO PRIMERO ES LO PRIMERO
Si tus padres no paran de decirte que te dejes de tanto poker y te pongas a estudiar, es porque deberías dejarte de tanto poker y ponerte a estudiar. Si tu mujer "no te apoya" cuando le dices que quieres dejar el trabajo por el poker, bastante hace que no te pide el divorcio ahí mismo.
Nadie debería dejar sus estudios por el poker. Es de locos. Y si oyes esto continuamente, no es que el mundo esté contra tí, es que realmente ES DE LOCOS. Sólo personas que ganan en un mes jugando al poker lo mismo que nuestros padres trabajando en diez años podrían plantearse una cosa así. Y no abundan. Una cosa es confiar en uno mismo y otra tirarse de un precipicio creyendo que seremos capaces de volar.
Lo mismo con el trabajo. Si ganar 3000$ en un torneillo te hace ir a la oficina al día siguiente con cara de perro, maldiciendo a todo hijo de vecino y lamentando tener que estar allí "cuando en internet estaría ganando más", es que algo falla en la base. Si tu trabajo no te gusta, cambia de trabajo. Pero no puedes dejar tu trabajo, tu carrera, tu sustento, tu estabilidad, etc. porque hayas tenido una buena noche.
ESCUCHA Y ABRE LOS OJOS
Si eres independiente económicamente, dueño de tu vida, una persona equilibrada, con sus necesidades cubiertas y sus objetivos, preferencias y gustos muy claros, si tu entorno no lo entiende, problema de ellos, simplemente seguirás jugando como lo hacías hasta ahora. A nadie le importa lo que haces con tu tiempo y tu dinero. ¿NO?
Pues sí. Porque puede ser que a tu novia le tire de un pie si juegas al poker, al buscaminas o a la petanca. Lo que no le da igual es que no le hagas ni puñetero caso y te pases las horas delante del ordenador. O que te llame por teléfono y tenga que aguantar tus silencios seguidos de un "perdona, es que estoy en una mano". O que hace más de un mes que no salís un fin de semana porque "¿no ves que es cuándo más primos hay?" No es que tu novia sea una intransigente, es que tú eres un desgraciado!
Efectivamente, si no tienes más responsabilidades que tú mismo, a nadie debería importarle lo que haces, pero en ocasiones tu libre albedrío interfiere directamente con el bienestar de tus seres queridos.
En ocasiones deberemos abandonar esa postura de Reina del Drama "nadie me entiende, soy un incomprendido, no me apoyan, no les gusta esto que a mí me encanta" y aprender a ver la realidad con el cristal de los demás. Se supone que esa gente (tu familia, tus amigos) te conocen mejor que nadie.
Párate a pensar por qué las personas que más te quieren insisten en lo nocivo de tu comportamiento.
La vida es cuestión de prioridades, y la familia y los amigos deberían ser la número 1.
NO PUEDES OBLIGAR A NADIE A QUE LE GUSTE LO MISMO QUE A TI
Por último, señalar que, por mucho que a tí te guste, por muchas horas que le dediques, por apasionante que encuentres una partida no puedes hacer que tu novia o tu amigo fulanito o tu padre lo vean de la misma forma que tú lo ves. Allí donde tú ves un terrible duelo de egos donde la tensión se puede cortar con cuchillo o un momento emocionantísimo cuya resolución depende de la importante decisión que determinado jugador tiene que tomar, donde tú veas un farol absolutamente espectacular, de película oye, tus allegados sólo ven a unos tipos jugando a las cartas. Punto pelota. Que no les va y ya está. Tampoco es cuestión de que obligues a tu pobre novia a verse las High Stakes enteritas. Bastante tiene con aguantarte. ;-)
May Maceiras pertenece al Equipo Everest y juega habitualmente en Everest Poker.