Bob Hooks: la vieja leyenda del póker de Texas (III)
Lee los artículos anteriores: Bob Hooks, la vieja leyenda del póker en Texas (I y II)
Hooks no puede hacerse inmortal en el póker
En 1975, el Evento Principal de las WSOP había crecido hasta los 21 jugadores, pero todavía se jugaba en un formato en el que el ganador se lo llevaba todo. Hooks jugó ese año y lo mismo hizo su compañero de casa y amigo texano Brian “Sailor” Roberts. La pareja se las arregló para llegar hasta que solamente quedaban cuatro jugadores junto con Crandall Addington y Aubrey Day, y en ese punto se empezó a barajar la idea de llegar a un acuerdo.
“Aubrey dijo, ‘Vamos a contar y que cada uno se quede con lo que tiene.’ A lo que yo respondí, ‘No, vas a tener que jugar,’” explica Hooks. “Por supuesto que quedó eliminado. Ahora solamente quedábamos Crandall con su nuevo traje, Sailor con un agujero en sus zapatos y yo. Solamente tenía como 19.000 y estaba subiendo en cada bote. Pillé , Addington apostó y yo hice call. Salió un board de y el tenía . Bingo, pillé un trío de seises y él fue con todo. Bueno le deje pelado, y Sailor y yo intentamos repartir el premio pero Benny Binion nos detuvo ya que pensaba que eso haría el torneo menos autentico.”
Desafortunadamente, ni Hooks, quien había vendido un cuarto de su acción a Jack Binion, ni Roberts, querían el título de Campeón del Mundo. “Ninguno de nosotros lo quería. Él tenía sus razones y hacienda estaba detrás mio todo el rato.", nos dice Hooks.
Sin el conocimiento de Binion, ambos llegaron a un acuerdo secreto para repartir el premio de 210.000$. “Les dimos un buen show,” dice Hooks. “La mano en la que perdí*. fue una mano legitima. No lo pudimos hacer de una mejor manera.”
*Hooks no recuerda los detalles de la última mano, y lo único que los libros de registro muestran es que Hooks perdió con contra las de Roberts.
El terminar subcampeón en un Evento Principal de las WSOP podría atormentar a muchas personas, pero este no era el caso de Hooks. Para él todo trataba de dinero, y tenía un acuerdo por su parte del dinero.
“Es algo que no entiendo. Mucha gente prefiere tener un brazalete a tener 1.000.000$,” comenta Hooks cuando se le pregunta sobre el brazalete perdido. “No me puedo creer que haya gente que tenga tanto ego. Todo lo que Sailor y yo queríamos era el dinero.”
Grandes ganancias, casa de apuestas y amistad con un asesino famoso
Mientras estaba en Las Vegas, Hooks se pasó un año trabajando en el Flamingo bajo las ordenes de Sam Boyd. Una noche, Hooks estaba en casa (en un apartamento propiedad de Boyd) después de haber estado trabajando durante un largo turno y decidió volver a la sala de póker para ver que estaba pasando. Ya había una partida de high-stakes en juego pero Boyd quería recuperar parte de sus pérdidas.
“Vamos Hooks, tu podrías ayudarme,” dijo Boyd. Hooks obedeció sentándose en la mesa, y pronto recuperaría 60.000$ para su jefe — su mayor ganancia en toda su carrera. Si lo comparamos, la mayor pérdida de Hooks fue de 76.000$ en las mesas de dados — una historia que combina licor y dos mujeres.
Finalmente al estar tan lejos de casa y de la familia, a Hooks le entró la morriña. “Creo que echaba mucho de menos mi casa,” admite Hooks. “Mi familia estaba allí y a esa edad necesitaban a su padre allí. No querían venir a Las Vegas. Les podría haber hecho venir, pero no puedes criar una familia sin estar con ellos. Mi padre me enseñó eso.”
Con la bendición de Benny Binion, Hooks se mudó a Dallas y abrió una casa de apuestas y de dados, un negocio que probó ser beneficioso cuando Hooks aplicó todo lo que había aprendido en Las Vegas.
“Había pagos, pero nadie se ponía en nuestro camino,” dice Hooks. “Les hacía cerrar la puerta a las 2 a.m. para que los maridos no podrían estar fuera de cada toda la noche y crear problemas. Intentaba ayudar a la ley.”
Por supuesto, las trampas y la amenaza de robo siempre eran parte del negocio, pero Hooks los tenía ambos cubiertos. “No estaba a favor de ello, pero tampoco en su contra,” comenta Hooks sobre las trampas. “Ellos tuvieron la cortesía de irse cuando yo estaba allí presente. Básicamente eran buenas personas, pero siempre te encuentras con malas personas en todos los sitios.”
Uno de los malos era R.D. Matthews, un asociado de los Binion que hizo trabajos en Cuba y estaba involucrado en el asesinato de JFK de Jack Ruby. Por respeto, Hooks pagaba a Matthews el 25% de sus beneficios, y eso le daba una protección única.
“Era un tío de la peor calaña, pero cuando supo que yo conocía a los Binion, nunca nadie más me volvió a mirar mal,” sonríe Hooks. “Vino una noche a jugar y puso su pistola encima de la mesa. Era un borracho. Estábamos jugando five-card draw lowball y el estaba robando tres cartas (risas). Cada viernes iba a buscarle para darle su 25 %.” Hooks lo dice sin problemas — así era la manera en la que funcionaba.
Hooks hoy en día
Aunque Hooks dejó Las Vegas, continuó visitándola muchas veces y volviendo de nuevo a Dallas. Muchas de esas veces, sus partidas coincidían con las WSOP, que se jugaban en Mayo durante esa época. Hooks jugó en las WSOP durante la mitad de los 80 pero nunca volvió a alcanzar un éxito como el de 1975. De hecho, los registros muestran que Hooks no tiene ni un cash en las WSOP.
Mientras Hooks se sienta en el lobby del hotel, se puede ver la resolución en sus ojos. “No sé si podría ganar hoy en día o no,” comenta Hooks a la vez que se bebe el último sorbo de su café. “Hoy en día los torneos son muy diferentes. Veo que algunos tíos hacen algunas jugadas donde apuestan todo su dinero a las que no las veo el sentido. Saben algo que yo no sé. Ahí me dí cuenta de que no sé jugar hoy en día.”
Pero eso no significa que Hooks no pruebe de vez en cuando. Al principio del 2012, Hooks estaba alojando en el Winstar Casino justo en la frontera de Oklahoma. Hooks había usado su historia con Steve Wynn para asegurarse una posición como embajador de sala, que requería que trajera clientela para mantener las partidas emocionantes. A cambio Hooks tenía alojamiento gratuito. No era un mal trato, pero finalmente la mala salud de Hooks hizo que este volviera a Edgewood a ver a su médico.
Fue durante ese viaje de retorno cuando Hooks pasó una noche en el the Best Western. Después de visitar a su médico, quien le informó que su cadera se estaba deteriorando y que tenía líquido en su rodilla, Hooks aprovechó la oportunidad para visitar algunos amigos. Volver a casa le hizo sentir bien, así que después de décadas viajando, Hooks decidió asentarse. Cuando hablamos de su familia, Hooks es un poco reticente a hablar. Hay un atisbo de remordimiento y pena en sus ojos, pero comenta que ha recuperado a muchos de sus familiares en su vida actual.
En relación a su pasado estilo de vida de high-roller en Las Vegas, esos días han quedado atrás para él. Hace 20 años que Hooks visitó por última vez Las Vegas, y 15 desde que conversó por última vez con sus viejos amigos Jack Binion y Doyle Brunson. A Hooks todavía le gusta apostar y a veces echa una partida de póker en su club de country local. Sin embargo, esas cosas no son una prioridad en su vida. Ha llegado el momento de vaciar su mente de viejos recuerdos y sentarse en su nueva silla para la siesta de la tarde.
“No soy un santo, pero hace mucho que estoy haciendo lo correcto,” dice Hooks antes de dejar su taza de café y salir en dirección a la puerta.
Con esta tercera y última parte cerramos la historia sobre uno de los grandes pioneros del póker de la historia.
Obtén todas las últimas actualizaciones de PokerNews en tus redes sociales. ¡Síguenos en Twitter y dale a me gusta en Facebook ahora!
¿Quieres pasar a la acción? Entonces elije tu sala de póker favorita y benefíciate de las bonos de registro que te ofrece PokerNews, o mira las salas que ofrecen dinero gratis sin depósito!