El estricto cumplimiento de las normas
Cumplir las normas siempre está bien, pero nunca está demás estudiar la situación antes de aplicarlas porque se puede caer en la injusticia.
Eso es justo lo que le acaba de pasar a Álvaro Durán que, con toda la buena intención, se levantaba de la mesa para ir al baño antes de que le tocase actuar y de que hablasen algunos de sus rivales. Es verdad que el desconocimiento de la norma no exime del cumplimiento de esta, pero viendo la situación desde fuera era obvio que Álvaro no merecía ser sancionado.
El croupier se dirgía a él y le informaba que no se podía levantar y Álvaro se disculpaba con él alegando que no tenía ni idea de esa regla. Eso no le importó al dealer, que se daba la vuelta y no tardaba ni un segundo en llamar al floor. El encargado en ese momento acudió raudo y veloz y, tras escuchar al dealer, tomó una decisión rápida. Sin embargo, él si tuvo algo de delicadeza.
Solo con ver la cara de Álvaro se dio cuenta de que para nada era su intención influir en el juego y por eso le sancionó con tan solo dos manos. Un jugador sentado justo a su lado se dirigía entonces a Álvaro.
"Has tenido suerte. Solo dos manos de sanción. A mi en una mesa final del PokerStars Championship me sancionaron con una vuelta entera por poco más que girarme para sonarme los mocos".
A Álvaro le dio un poco igual, básicamente porque no entendía nada. Aprovechó esas dos manos para ir al baño, que era justo lo que quería hacer y volvió al juego todavía soprendido.