El argentino Damian Salas sale líder del Día 4; Kenny Hallaert sigue en la lucha por su segunda mesa final consecutiva
Cuando Mark Newhouse logró el back-to-back en las mesas finales del Main Event de las World Series of Poker 2013 y 2014, su logro se convirtió en uno de los acontecimientos más improbables en la historia del póker. Fue la primera vez que alguien conseguía en la era de los fields de más de 6.000 jugadores, y muchos pensaron que tendrían que pasar años para que volviésemos a ver algo parecido.
Sin embargo, Kenny Hallaert amenaza ahora con lograrlo solo tres años después de que Newhouse hiciese su primera aparición en el November Nine. Terminó el Día 4 del Main Event 2017 con 4.145.000 puntos, el tercer stack de los 297 jugadores que consiguieron pasar el corte.
El belga, de 35 años, director de torneos a tiempo parcial, terminó sexto el año pasado por un premio de algo menos de 1,5 millones de dólares y se refirió a aquella gesta como "una sensación indescriptible". Todavía queda mucho camino por recorrer, pero con menos del 5% del field total en pie, no parece descabellado en comenzar a pensar en que pueda repetir.
Por el momento, va bastante mejor que el año pasado, cuando, a estas alturas, tenía en torno a 1,6 millones de puntos. Sin embargo, él sabe mejor que nadie cuanto queda por grindar todavía.
"No quiero centrarme demasiado en el hecho de volver a la mesa final", decía. "El camino hacia la mesa final todavía es muy largo, aún tenemos que jugar tres días completos. Puedo acabar el 250 mañana, puede pasar, así que no tengo grandes esperanzas todavía.
"Puedo terminar el 250 mañana, puede pasar. No tengo grandes esperanzas por el momento."
Hallaert fue capaz de salir airoso de esta jornada a pesar de estar sentado en una de las mesas más complicadas del torneo. Pocos eligirían voluntariamente sentarse en una mesa en la que estaban jugadores como Charlie Carrel y Max Silver, pues Hallaert tuvo que lidiar con el primer durante gran parte del Día 4 y con el segundo en la parte final de la noche.
De hecho, Carrel trató de sacarle algo y ponerle a prueba justo antes de embolsar, pero todo lo que hizo fue contribuir a hacer más grande su ya de por si monstruoso stack. Hallaert flopeaba dobles con dama-jota, y apostó en el flop para ver como Carrel le resubía con posición. Hallaert pagó y también pagó una apuesta fuerte en el turn. El river era un as de corazones que completaba color y Carrel se daba por vencido y se dejaba en ese bote cerca de un millón de puntos.
Hallaert también ganó un bote importante con set de ochos contra un rival que tenía proyecto de color con as-ocho.
"Por suerte mi mano aguantó. En realidad es la historia de mis WSOP, decía. "En todos los grandes botes mi mano aguantó. Una parte importante del éxito reside en que tus grandes manos aguanten. "
Sin embargo, no fue Hallaert el que se llevó honores al final del día, sino el argentino Damian Salas, que cerraba su bolsa con el mejor stack de toda la poker room, unos impresionantes 4.678.000 puntos. Salas tiene cerca de un millón de dólares en ganancias hasta la fecha, principalmente en eventos disputados en sudamérica y los Estados Unidos. Aún así, se encuentra ante su gran reto como jugador de póker, alcanzar la mesa final del torneo más importante del planeta.
Entre salas y Hallaert se coló Sebastien Comel (4.198.000), que fue el otro que pudo entrar en el grupo de los cuatro millones. Justo por detrás, aparecían los nombres de JP Kelly (3.923.000), Richard Gryko (3.559.000), Jonas Mackoff (3.076.000) y Ben Lamb (2.746.000), por lo que parece normal que ellos sean los que lleven la voz cantante cuando los jugadores vuelvan al juego.
Un peldaño más abajo aparecen los españoles Sergi Reixach (1.529.000) y Javier Sánchez Blanco (1.391.000), que fueron capaces de mantener buenos stacks al final del día y hoy tendrán la oportunidad de de acercarse un poco más al objetivo final. Al que le toco sufrir un poco más fue al andaluz Manuel Sadornil (600.000), que después de haber vivido un día impresionante en la jornada anterior tuvo que sufrir bastante en el Día 4. Prueba de ello es que su stack para la jornada de hoy es inferior al que tenía cuando comenzó el Día 4.
Otro que embolsó un stack considerable fue el embajador de 888poker Dominik Nitsche. El tres veces ganador de un brazalete terminó la jornada con 1.404.000 puntos cuando las ciegas todavía están en 20.000.
Nitsche no solo sigue en la pelea por los 8 millones de dólares, además de los 35.000$ que ya tiene garantizados, el alemán ganó también un pequeño premio por ser el último embajador de 888poker en pie en el torneo. Nitsche logró sobrevivir a su colega Sofia Lovgren, que también logró hacer deep run, pero que cayó eliminada al final del día. Nitsche se llevó un paquete para disputar las WSOP Europa en Rozvadov.
En el polo opuesto estaban todos aquellos que se tuvieron que despedir en el Día 4. El grupo de los españoles quedó mermado en la jornada de ayer y uno de los que tenía que hacer la maleta era el único campeón español del Main Event, Carlos Mortensen. Mortensen se había quedado ya muy corto cuando se restaba con y un jugador le pagaba con . Mortensen hacía trips de damas en el flop, pero su rival runeaba color y lo mandaba directo a la lona. Junto a él se despedían otros campeones del Main Event como Joe Cada y Scotty Nguyen, lo que nos garantiza que este año tendremos un nuevo campeón en el torneo.
Los supervivientes volverán al juego a las 11 a.m. (20:00 en España) para disputar el Día 5, en el que se jugarán seis niveles. Puedes seguir la cobertura en directo en PokerNews y los streamings en ESPN2 y PokerGO.