Psicología del Poker – Prueba anecdótica
Una prueba anecdótica es la información que obtienes de un informe subjetivo, una observación o alguna clase de ejemplo que puede o no ser fiable. Resumiendo, una prueba anecdótica no es científicamente válida o representativa de hechos demostrables.
Echemos un vistazo a un ejemplo del mundo real (no al del póquer) para ilustrar una prueba anecdótica. Una señora alega que su dolor artrítico desapareció completamente debido a que usó brazaletes de cobre en sus tobillos y muñecas. Un médico y un científico (de investigación) te dirán que no hay estudios científicos que avalen que los brazaletes, peniques, etc,
alivien los síntomas artríticos. La señora podía haber cambiado su dieta, o puede que haya ganado una plaza para el "Poker Dome"... puede ser sólo un efecto placebo. La "prueba" de que el brazalete de cobre la ayudó en su problema médico es anecdótica, sin bases en un hecho científico comprobado bajo rígidas y específicas condiciones. De cualquier modo, la mujer no sufre más.
Ahora algunos informes de póquer que cuentan pruebas anecdóticas:
"Salí perdiendo del torneo con jotas". Siempre pierdo con jotas.
"La apuesta continuada es el movimiento más usado en el póquer"
"Nunca puedo conseguir ases para recuperarme cuando realmente los necesito".
Dése cuenta que estas ideas tienden a contener palabras como: "siempre","más","nunca". Todos sabemos que los jugadores haciendo tales declaraciones están simplemente pasando por una mala racha de derrotas.
Lo más curioso de todo esto es que sabemos que AK es un buen comienzo de mano pero... lo sabemos, lo sabemos, lo sabemos. Sin embargo, también tendemos a creer en la prueba anecdótica cuando nos toca jugar, y pensar en nuestra mala racha y en las derrotas que antes nos han echado del torneo.
Estos pensamientos también tienden a contener palabras tales como "nuestro" o "nosotros". Lo ve, los humanos (que sería "nosotros") tendemos a ser más objetivos cuando las cosas les pasan a otros y más subjetivos cuando nos pasan a nosotros mismos. Tiene sentido: somos el "sujeto" del suceso cuando nos ocurre y tendemos a no ser objetivos hacia las malas cosas que nos están pasando. Por cierto, esto también ocurre en el caso contrario. Si tu ganas con Qto varias veces en un torneo, será mas probable que juegues a Qto más tarde en ese mismo suceso (recuerda Robert Varkonyi en 2002)
Por tanto, ¿cuál es el problema? Nosotros todos sabemos que nadie realmente pierde todo el tiempo con un pocket de jotas y sabemos que Aqo no es peor mano que 72o, porque sabemos que a la gente le fastidia el 72o y juega el AQ, por eso se pierde más veces con AQ que con 72. Aquí está lo incorrecto dependiendo de cualquier manera de la prueba anecdótica. El juego del póquer tiene ciertos elementos objetivos – 52 cartas, números de eliminaciones en el color, probabilidades, etc– y tiene ciertos elementos subjetivos – leer la mente de los otros jugadores, adversarios agresivos o perdedores, percibir el ambiente en la mesa...Si permites que valoraciones subjetivas aparezcan en las partes objetivas del juego, simplemente haces que tus decisiones sean menos fiables y además menos provechosas.
Hay ya montones de juicios subjetivos a la hora de hacer una mano en el póquer. ¿Por qué convertir otra parte del juego, donde tienes buena y fiable información objetiva, en un dominio subjetivo menos sólido? La prueba anecdótica no prueba nada, ¿deberías depender de ella? Seguro, pero sólo al contar pequeñas hazañas o se comenta "la suerte de los tontos" que ha tenido el burro del asiento 4. Pero cuando tienes hechos sólidos para respaldar en tu juego, deberías minimizar el uso de esta información subjetiva para no transformarla en parte de la mitología del póquer.
Los grandes jugadores de póquer usan toda sus habilidades para tomar grandes decisiones pero rara vez confían en una corazonada o en una pata de conejo. Pueden dar esa impresión en televisión, pero día tras día en las mesas, son las pruebas fácticas, sólidas y buenas las que ganan dinero repetidas veces...Menos cuando consigo el Jack-Dewey apropiado...esa es mi mano de la suerte.