Los ladrones dirigen sus miradas a Los Casinos de Las Vegas
La crisis ha creado una nueva moda en las preferencias delictivas. Los bancos, objetivo número uno entre los ahorradores impacientes, han dejado de ser rentables para ellos y han pasado su testigo a los casinos. La apropiación de bienes ajenos es una de las ocupaciones más antiguas del mundo y, como todo, evoluciona. Mientras la crisis impulsa a algunos a guardar el dinero bajo el colchón, otros deciden que este es el momento de probar suerte e intentar aumentar sus ingresos de una manera menos conservadora. Al parecer, los ladrones de la nueva era, tras hacer su estudio de mercado, se han dado cuenta de ello y han decidido turnarse los casinos. Ahora solo tienen que mejorar el modus operandi.
El 14 de diciembre del año pasado, Anthony Michael Carleo robó 1.500.000$ del Casino Bellagio; fue arrestado a finales de enero por la policía de Las Vegas y, ahora, podría enfrentarse a una pena de 35 años. Carleo entró en el Casino a las 3 de la mañana con una pistola y robó todas las fichas que pudo, antes de huir en una moto, lo que le proporcionó el nombre de “Biker Bandit”. A pesar de su falta de planificación, las autoridades no tenían pruebas contra él. A modo de celebración por un trabajo bien hecho, "Biker Bandit" utilizó sus nuevos ingresos para alojarse en una de las suits más lujosas del Bellagio. En un intento desesperado de vender las fichas robadas contactó por e-mail con un posible comprador, usando la dirección [email protected] (cranberry era el nombre de las fichas, debido a su color, y 25.000$ su valor). Más tarde, fue detenido en el mismo casino, tratando de vender las fichas robadas a un oficial vestido de paisano.
Apenas dos meses después, un hombre armado, con unas gafas de sol y un bigote falso, entró en el Rio All Suites Hotel y Casino, robó 32.000$ en fichas y se fue en taxi. David G. Schwartz, director de proyectos de investigación sobre el juego en la Universidad de Nevada Las Vegas, dijo que el ladrón tendrá que volver o enviar a alguien por él para cambiar las fichas. “Este podría ser un caso copycat; puede que haya visto el robo anterior y haya pensado que conoce una mejor manera de hacerlo”, comentó.
Otra de las posibilidades es que se haya visto motivado al enterarse del robo que cometió otro “Taxi Bandit” en noviembre del 2008, cuando entró en el Fitzgeralds, le dio una nota al responsable de cajas y se llevó 5.300$, sin ni siquiera enseñar una pistola.