Aku Joentausta subía a 17.000 y Philipp Gruissem pagaba en la ciega grande. En un flop Gruissem hacía check-call ante una apuesta de 15.000 y hacía lo mismo cuando un aparecía en el turn, aunque esta vez la apuesta era de 30.000. El river traía un , Gruissem pasaba por tercera vez y Joentausta apostaba lo que parecían unas 95.000.
Gruissem pensaba unos segundos y terminaba dejando escapar sus cartas.
Mihai Niste subía a 16.000 desde under the gun y la acción le llegaba a Jason Mercier, que echaba un vistazo al stack de Nista antes de hacer una three-bet a 47.000.
La mano volvía a Niste, que hacía four-bet all in por unos 179.000. Mercier pagaba.
Mihiai Niste:
Jason Mercier:
El flop traía , y no habí ayuda para MErcier. El turn era un y Mercier necesitaba un as o un rey en el river para eliminar a Niste.
El river era un y Niste quedaba eliminado por uno de los reyes del EPT.
Había bajado a 30.000 y se movía all in con pareja de seises para ver como Danny Tang le pagaba con as-jota. Dos ases aparecían en el flop y Bordet se despedía del torneo.
Olli Autiö abría antes de que Georgios Zisimopoulos le hiciese una three-bet. La mano volvía al primero, que hacía una four-bet a 95.000 para ver como Zisimopoulos se movía all in por unos 630.000. Autiö hacía snap-call y Zisimpopoulos (en la foto) estaba en problemas.
Zisimopoulos:
Autiö:
El board era y Autiö se doblaba para colocarse en 604.000, mientras que Zisimopoulos se quedaba sin un muy buen bote.
Anthony Chimkovitch abría a 18.000 y Keith Johnson empujaba desde la ciega pequeña por unos 200.000. Chimkovitch pagaba y el británico ponía su supervivencia en riesgo en un flip.
Johnson:
Chimkovitch:
El board traía y la pareja de reyes le aseguraba la doblada a Johnson.
La mano le llegaba limpia a su vecino, Robert Lipkin, que no pensaba demasiado para lanzar una apuesta de 20.000 puntos. Albert echaba un vistazo a su stack y montaba una montaña de fichas azules para resubir a 50.000.
La pelota pasaba entonces al tejado de norteamericano, que no tardaba en montar una torre más grande que la del español para deslizar una four-bet de 134.000.
Albert pensaba durante casi un minuto, pero terminaba foldeando para dejar que su rival se llevase el bote sin ver ni una sola carta.