Algunos de sus amigos jugaron ayer, pero el resistía a entrar en juego. Tanto ha sido así, que incluso se ha perdido los dos primeros niveles del día.
Echevarne, natural de Estepona, ha tenido bastante éxitos en las mesas online y en vivo en los últimos tiempos. Fue ganador de una etapa del Campeonato de España en Marbella y ha conseguido importantes resultados online en torneos como el Sunday Special.
Veremos lo que es capaz de hacer en esta primera parada del PokerStars Festival en nuestro país.
Una mano bastante extrañana en la que una señora ganaba un bote bastante imporante ligando un rey en el river con K9 llamó nuestra atención y al llegar a la mesa descubrimos a "joslopgon" con un stack bastante ajustado.
Bestia negra de muchos de los que juegan al póker online con asiduidad, José Alberto busca en esta parada repetir sus éxitos recientes en las mesas en vivo aunque le va a costar lo suyo. Su stack supera por poco los 8.000 puntos por lo que tendrá que remontar el vuelo si quiere llegar cómodo al Día 2.
Aquí tenemos jugadores de todas las partes del mundo que han tenido que hacer miles de kilómetros para estar jugando este torneo, pero algo parecido a muchos de los españoles.
Dos de los que se han tenido recorrer la península de punta a punta son los coruñeses David Roibal y Rafael Rojano, que ahora mismo compiten en dos mesas situadas muy cerca.
Roibal se ha dejado algunos botes en sus primeras manos, pero eso tampoco ha tenido demasiada incidencia en su stack. Rojano navega con lo que parece su stack inicial, pero seguro que pronto los vemos a ambos subiendo en los conteos provisonales.
Ludovic Geilich, que fue campeón del ESPT/UKIPT 2013 disputado aquí en Marbella, acaba de entrar en la sala de juego para participar en este PokerStars Festival.
Al escocés le encanta Marbella y no solo porque en su día alcanzó la gloria tras superar a Pablo Rojas "Pableras" en el heads-up de aquel Main Event. Geilich disfruta al máximo de sol y de las opciones de ocio que ofrece esta zona y por eso se ha convertido en uno de los fijos año tras año.
Uno de los recuerdos más graciosos que nos ha ofrecido el póker en los últimos años lo vimos el pasado mes de agosto en Barcelona. Allí, Sebastian Malec se convertía en el campeón del útimo Main Event del EPT Barcelona de la historia.
Malec, que había ganado su entrada en un satélite online, se desató en la mesa final y terminó viendo la mano definitiva sentado en el rail, compartiendo incluso un "copazo" con uno de los espectadores que allí seguían el torneo. Por ahora está muy tranquilo y tras un rato en su mesa no le hemos visto jugar ni una sola mano, pero imaginamos que la fiera que lleva dentro terminará por explotar en algún momento.
Cumplir las normas siempre está bien, pero nunca está demás estudiar la situación antes de aplicarlas porque se puede caer en la injusticia.
Eso es justo lo que le acaba de pasar a Álvaro Durán que, con toda la buena intención, se levantaba de la mesa para ir al baño antes de que le tocase actuar y de que hablasen algunos de sus rivales. Es verdad que el desconocimiento de la norma no exime del cumplimiento de esta, pero viendo la situación desde fuera era obvio que Álvaro no merecía ser sancionado.
El croupier se dirgía a él y le informaba que no se podía levantar y Álvaro se disculpaba con él alegando que no tenía ni idea de esa regla. Eso no le importó al dealer, que se daba la vuelta y no tardaba ni un segundo en llamar al floor. El encargado en ese momento acudió raudo y veloz y, tras escuchar al dealer, tomó una decisión rápida. Sin embargo, él si tuvo algo de delicadeza.
Solo con ver la cara de Álvaro se dio cuenta de que para nada era su intención influir en el juego y por eso le sancionó con tan solo dos manos. Un jugador sentado justo a su lado se dirigía entonces a Álvaro.
"Has tenido suerte. Solo dos manos de sanción. A mi en una mesa final del PokerStars Championship me sancionaron con una vuelta entera por poco más que girarme para sonarme los mocos".
A Álvaro le dio un poco igual, básicamente porque no entendía nada. Aprovechó esas dos manos para ir al baño, que era justo lo que quería hacer y volvió al juego todavía soprendido.